El Ministerio de Educación de la ciudad anunció el martes por la tarde, mediante una misiva dirigida a las familias, que los estudiantes de la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas Sofía E. Broquen de Spangenberg, (Lengüitas), podían tener clases este miércoles en el edificio de la polémica UniCaba, ubicada en la avenida Paseo Colón 255. Según fuentes de la cartera que conduce Soledad Acuña, la iniciativa nació de estudiantes y familias que, supuestamente, no están de acuerdo con la toma del establecimiento educativo.

A los reiterados intentos de intervenir los centros de estudiantes porteños con un militante PRO ajeno al movimiento estudiantil, conocido como Valentino Díaz Fontau, un joven colaborador del ministerio de Educación de la Ciudad que tiene como única función desorganizar a los centros estudiantiles, se le suma una nueva intentona por parte de la ministra Soledad Acuña.

La misma fuente anunció a este medio que hoy concurrieron “alrededor de 200 estudiantes” a la UniCABA, pero desde el Lengüitas desmienten las cifras oficiales del ministerio de Educación. Un trabajador de la institución educativa indicó a este medio que “es mentira no se presentaron 200 estudiantes, fueron apenas 110, y muy pocos docentes asistieron al lugar”. Si se tiene en cuenta que la comunidad educativa del nivel secundario es alrededor de 550 estudiantes, fue muy bajo el promedio de alumnos que fueron enviados por sus familias a la UniCABA.

La carta enviada por la cartera educativa a las familias el martes señala que “los niveles Inicial y Primario cursarán con normalidad en el edificio ubicado en la calle Juncal”. Vale la pena aclarar que esto era algo que tranquilamente podrían haber hecho desde el comienzo de la toma del colegio, dado que el sector tomado por las y los estudiantes fue solamente el del nivel secundario. En ese caso fue la propia ministra que determinó suspender las clases de todos los niveles.

“Con el pretexto de atender a las familias que quieren continuar con las clases, quisieron contentar a esas familias y deslegitimar la protesta y las tomas”, explica a Tiempo Francisco Bûnsow, secretario general del centro de estudiantes del Lengüitas. “Quisieron organizar algo a las apuradas y no tuvo éxito. “Ellos nos acusan de no haber cumplido con lo acordado cuando votamos una nueva jornada de toma”, agrega. El líder estudiantil considera que con esta iniciativa, Soledad Acuña «intentó desorganizar y dividir a las y los estudiantes. Al mismo tiempo no es casual que haya elegido el edificio de la UniCABA con todo lo que eso representa políticamente hablando», termina.

En la misma carta, Soledad Acuña manifestó: “No vamos a caer en la provocación de quienes siguen apostando al conflicto. Vamos a seguir siendo claros en los límites y en las consecuencias de los hechos. Y poniendo todo nuestro esfuerzo para que quienes SÍ quieren estudiar puedan ejercer su derecho”.

La cartera educativa detalló que «producto de la situación de emergencia, y con el objetivo de seguir haciendo todo lo posible para garantizar el derecho a la educación del conjunto de estudiantes de la escuela», definieron un dispositivo transitorio dividido entre nivel inicial y primario, por un lado, y secundario por otro. Los estudiantes de los dos primeros niveles a partir de este 5 de octubre, tendrán clases con normalidad en el edificio escolar. «En tal contexto, y a fin de resguardar la seguridad, estarán presentes autoridades de la escuela y docentes, junto con el acompañamiento de las supervisiones respectivas, personal de equipos de apoyo del Ministerio de Educación y miembros del Consejo de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes».