Alberto Fernández demoró ocho minutos en confirmar el ingreso de Argentina al bloque integrado por Brasil, India, Rusia, China y Sudáfrica. El presidente oficializó el anuncio a las ocho de la mañana del jueves, luego de una semana de gestiones reservadas entre Buenos Aires, Brasilia y Beijing. Grabó el mensaje luego de regresar de Neuquén y pasó la madrugada del jueves esperando las señales desde Johannesburgo, la capital de Sudáfrica y sede de la 15° cumbre de presidentes del bloque regional.

El embajador argentino en Beijing, Sabino Vaca Narvaja, primereó la confirmación antes del discurso presidencial y así se cerraron cinco días de discretas negociaciones que revirtieron un escenario totalmente distinto al esperado.

Hasta la semana pasada la noticia más importante sobre los BRICS era que Argentina no tenía chances de ingresar al bloque por una disputa entre Brasil y China por el alcance y el momento de sumar nuevos socios. Por esa razón el presidente habría decidido no viajar a Johannesburgo y quedarse en Buenos Aires, en vísperas de una agenda internacional que implicará cuatro escalas en septiembre. Sin embargo, en forma paralela a esas versiones, Cancillería transitaba el último tramo de gestiones para afrontar una reunión de presidentes con pronóstico reservado sobre las chances de integración de otros socios.

Las decisiones, como en el Mercosur, se toman por consenso de los socios y no habían definiciones claras, especialmente respecto a Sudáfrica, cuyo presidente, Cyril Ramaphosa, «no se oponía, pero tampoco empujaba», según reflejó una fuente diplomática que siguió las negociaciones desde febrero de 2022, cuando Fernández viajó a Rusia y China, un mes antes del inicio de la guerra en Ucrania.

Tanto al ruso Vladimir Putin como al chino Xi Jinping les planteó formalmente el interés argentino de ingresar al bloque. Los mandatarios de las dos potencias se mostraron dispuestos y lo mismo pasó con Narendra Modi, el primer ministro de India. Las gestiones de Fernández se sumaron al cúmulo de contactos que impulsaron otros 25 países para sumarse.

La centralidad de esta cumbre en Sudáfrica era determinante. Los socios tenían que definir el procedimiento para sumar nuevos integrantes y sobre ese punto debatieron dos días seguidos. En la mesa chica con Jinping, Modi, Ramaphosa y Putin, que participó en forma virtual, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva tuvo un rol clave para empujar el ingreso de Argentina y que la decisión se tomara en esa cumbre, sin demoras.

Entre el martes y el miércoles, antes del anuncio, hubo tres contactos para seguir las negociaciones a puertas cerradas. La primera conversación fue entre el canciller Santiago Cafiero y su par brasileño Mauro Vieira. Luego hubo una segunda charla entre Fernández y Lula y el miércoles antes del cierre final, Cafiero y Vieira volvieron a comunicarse. La foto previa a la decisión final dependía de conocer la lista de nuevas incorporaciones o si primero se conocía el anuncio del procedimiento para nuevos ingresos, pero con la promesa de confirmar la nómina de países en 30 días.

Pero en la madrugada del miércoles finalmente se confirmaron las incorporaciones a partir del 1° de enero próximo de Argentina, Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. Con esa confirmación Fernández grabó su mensaje y oficializó la finalización de las negociaciones. Ahora tiene por delante cuatro posibles viajes al exterior en septiembre: el 9 y 10 iría a Nueva Delhi para participar de la cumbre del G20, el 11 a Chile para las conmemoraciones por los 50 años del golpe militar contra el gobierno constitucional de Salvador Allende; el 15 y 16 podría participar de la cumbre del G77+China, en La Habana, y el 17 volvería a volar a Nueva York para ofrecer su último discurso ante la Asamblea General de la ONU.

Pero este lunes estará atento al viaje que realizará el ministro de Economía y candidato presidencial Sergio Massa a Brasilia. Tiene prevista una reunión con su par brasileño Fernando Haddad, pero también habrá un encuentro con Lula, en un sutil gesto de respaldo al jefe del Palacio de Hacienda que retomará la ronda de negociaciones para financiar las importaciones de productor brasileños.

La noticia del ingreso argentino a los BRICS impactó en Buenos Aires en las horas previas al evento anual que el Consejo de las Américas realiza en el Hotel Alvear. Este año tuvo a los principales candidatos presidenciales como expositores invitados.

La aspirante de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, aprovechó la instalación del tema en la primera mañana y lo metió en la campaña. «Quiero dejar una cosa muy clara: hemos expuesto nuestra posición contraria al ingreso a los BRICS. Hace unos minutos, el presidente, que está en una situación de enorme debilidad, comprometió a la Argentina a la entrada a los BRICS mientras se desarrolla la invasión a Ucrania, y con más razón, junto al ingreso de Irán, país con el que la Argentina tiene una herida profunda abierta por los ataques en nuestro territorio», lanzó. Javier Milei, candidato de La Libertad Avanza, reafirmó sus dichos. «No voy a impulsar un trato con comunistas», dijo el competidor de ultraderecha y aseguró que su «alineamiento en geopolítica será Estados Unidos e Israel».

Las exposiciones fueron delante de los representantes de las principales empresas norteamericanas en el país y del embajador estadounidense, Marc Stanley. Según pudo reconstruir Tiempo, no hubo planteos del diplomático respecto a los BRICS. Los que sí hablaron del tema, lejos del escenario, son los integrantes del equipo de internacionales de Bullrich, coordinado por Federico Pinedo, que buscaron bajarle el tono a las arengas de la candidata. Lo mismo sucede en las oficinas de Milei, donde la economista Diana Mondino ya relativizó el alcance de las certezas del candidato.

Los planteos tuvieron otra respuesta que les bajó el precio. El gobernador cordobés Juan Schiaretti respaldó el ingreso y, sin decirlo, habló en nombre de los mandatarios de distinto signo político cuyas provincias tienen a China, Brasil e India como principales destinos de sus exportaciones.

Es posible que haya silencio de los equipos de relaciones exteriores de cada espacio político opositor para no desautorizar la temeridad de sus candidatos sobre un tema tan delicado como el ingreso de Argentina a los BRICS. Desde el 1° de enero de 2024 los dos mayores socios del Mercosur serán parte de ese bloque y, más allá de las banalizaciones que impulsaron Bullrich y Milei, sus asesores no están tan seguros de desaprovechar el escenario que ofrece esta incorporación. Como mucho algunos apuestan a redoblar la pirotecnia sobre Irán, pero el ingreso argentino al bloque no parece diluirse dentro de pocos meses sino que podría profundizarse a partir del impulso de Brasil, cuyo presidente sigue con atención y cautela la previa del desenlace electoral argentino del 22 de octubre. «