El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, decretó la creación de dos nuevas reservas indígenas en la región amazónica, destacó la unidad de los países amazónicos, africanos y asiáticos para reclamar compensaciones financieras a las naciones ricas por preservar la selva, y defendió la política ambiental que tiene como meta la deforestación cero en 2030.

Con la decisión, ya son ocho las reservas oficializadas desde el inicio de su mandato el 1 de enero, luego de que su antecesor, Jair Bolsonaro, anulara las políticas de concesión de territorios ancestrales a los pueblos originarios, un añejo reclamo del agronegocio.

Los dos nuevos territorios son Rio Gregório, en el estado de Acre, y Acapuri de Cima, en Amazonas, donde viven los pueblos originarios Katukina Pano, Yawanawá y Kokama, con una población estimada en alrededor de 1.000 personas, que conviven bajo amenaza de la minería ilegal y los ocupantes ilegales de tierras para cría de ganado y explotación maderera.

La aprobación de las nuevas demarcaciones fue realizada por Lula en una ceremonia en el Palacio del Planalto en celebración del Día de la Amazonia.

El mandatario dijo al lado de las ministras de Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva, y de Pueblos Indígenas, Sonia Guajajara, que durante su gestión la Policía Federal y las Fuerzas Armadas trabajarán en el control fronterizo y en el combate a las mafias que operan en la selva amazonica, de la cual Brasil tiene 60%.

«No podemos permitir que la Amazonia sea escenario del crimen organizado en este país; vamos a combatir todo tipo de ilegalidad en este país para que la gente de la Amazonia pueda vivir feliz”, afirmó el presidente.

Lula aseguró que «es necesario que las naciones ricas financien la preservación del bosque tropical en pie», al recordar que desde 2009 que los países desarrollados prometen sin cumplir aportes para que los países con selvas tropicales puedan mantener sus biomas.

En ese sentido, aseguró que en los foros internacionales Brasil llegará con un discurso unido al lado de los países amazónicos y de otras tres naciones con las mayores selvas tropicales, como República del Congo, República Democrática del Congo e Indonesia.

La decisión de Lula de decretar dos tierras indígenas ocurre mientras el Supremo Tribunal Federal discute un pedido del agronegocio de reconocer tierras indígenas solamente a aquellas reivindicadas hasta la Constitución de 1988, un tema que ha movilizado a los pueblos indígenas.

Por el momento, la votación en la corte con 11 miembros está cuatro a dos en contra de la tesis del agronegocio.