El presidente Alberto Fernández ofreció una breve rueda de prensa luego del episodio médico que sufrió este martes en la apertura de la cumbre del G20 en Indonesia. El mensaje fue breve y tuvo tres objetivos concretos: contener la minicrisis que se desató cuando tuvo que recibir atención médica urgente, reducir daños lo más rápido posible y comunicar la continuidad de la gira con la concreción de una de las dos bilaterales más importantes del periplo por el sudeste asiático. La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se comunicó con Fernández para consultarlo por su estado de salud.

«Tuve esta mañana una descompensación producto de una gastritis erosiva, que generó un sangrado y una baja de la presión importante», sostuvo el mandatario luego de la reunión que mantuvo con su par chino Xi Jinping, acompañado, entre otros funcionarios, por el canciller Santiago Cafiero, el ministro de Economía Sergio Massa y el embajador en Washington, Jorge Argüello, sherpa argentino para la cumbre. 

La razón de su traslado al Sanglah General Hospital de Bali, según explicó a la prensa, fue «para verificar exactamente el nivel de sangrado» y «al solo efecto de hacer una endoscopía», un estudio que requiere sedación y lo tuvo cinco horas en la instalación sanitaria.

«Cuando terminamos eso, hicimos un ratito de tiempo para la reunión con Xi Jinping donde definitivamente quería estar. Les agradezco a todos por la preocupación, estoy bien, estoy trabajando bien», redondeó Fernández. 

El mensaje que ofreció Fernández fue televisado con la misma agilidad con la que comenzaron a circular las fotos de la cumbre con el presidente del gigante asiático. Cuando concluyeron las señales de normalidad y se conocieron los avances de la bilateral, se pudieron reconstruir más detalles del susto que vivió Fernández. Una alta fuente confió que cuando llegó al plenario de apertura de la cumbre no sólo pudo saludar al anfitrión, el presidente de Indonesia, Joko Widodo. 

Eran cerca de las 10.30 (hora del sudeste asiático) de la mañana del martes y luego del ingreso protocolar comenzó a sentir mareos, posiblemente del sangrado que le provocó la «gastritis erosiva» que mencionó Fernández. en el diálogo que mantuvo con la prensa. Mientras Widodo seguía recibiendo invitados, el Presidente pudo saludar a la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, a la titular de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, al titular de la ONU, Antonio Guterres, al canciller ruso, Serguei Lavrrov y al jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez que pudo ver en vivo la descompensación de su par argentino. 

«Tuvo un vahído», retrató uno de los testigos que estuvo en la sala principal del evento. De ese modo explicó el momento en que Fernández le seguía hablando a su par ibérico mientras se iba desvaneciendo, pero esforzándose para mantener el diálogo. En ese momento fue auxiliado ante la mirada y la preocupación de sus pares invitados. De inmediato fue trasladado en ambulancia, con la compañía del ministro de salud del país anfitrión Budi Gunadi Sadikin. 

Si bien los médicos no le pidieron que suspenda la hoja de ruta, le prescribieron menos hiperactividad y que descanse todo lo que pueda. Por esa razón no fue la cena organizada en la noche de este martes por el gobierno de Indonesia para todos los invitados. Tampoco estará presente en la bilateral con el príncipe de Arabia Saudita, Mohamed Bin Salman. El encuentro no fue suspendido y contará con la presencia de Cafiero y Massa. El Presidente se guardará hasta encontrarse con Georgieva para continuar con la ronda de planteos que mantiene con el FMI. 

Hasta ayer existió la posibilidad de otra bilateral con el canciller alemán Olaf Sholz, pero finalmente no fue confirmada. Este miércoles la comitiva presidencial dejará Bali para emprender el regreso a Buenos Aires, pero antes hará escala en Madrid por diez horas. Será recibido por la vicepresidenta primera del gobierno español, la economista Nadia Calviño. Luego comenzará el último tramo del regreso desde el aeropuerto madrileño de Barajas. El vuelo AR 1091 de Aerolíneas Argentinas aterrizará en Ezeiza el viernes por la mañana y concluirá la gira que comenzó el miércoles pasado.