La izquierda llega al día de las elecciones generales con el músculo entrenado tras una intensa batalla contra la polarización entre las dos fórmulas mayoritarias, pero también buscando delimitarse de ambas posiciones con planteos políticos propios.

A lo largo de la campaña electoral, el Frente de Izquierda y los Trabajadores Unidad apostó a llegar a la masa de los trabajadores con consignas sencillas, en las que puso de relieve los grandes problemas políticos, económicos y sociales del país y dio a conocer su respuesta. Dentro de esa visión, hizo especial foco en las mujeres y los jóvenes, dos segmentos de la población que han incrementado su participación en la vida política del país en el último tiempo.

Ser realistas

En el equipo de Nicolás del Caño, el candidato a presidente por el FIT Unidad, destacan que la izquierda «tuvo que lidiar con una fuerte polarización» entre el gobierno de Mauricio Macri y el Frente de Todos, con Alberto Fernández y Cristina Fernández a la cabeza. Mientras que el primero «es un gobierno ajustador, rechazado profundamente por las amplias mayorías populares por haber aplicado violentos ajustes contra el pueblo trabajador, tarifazos, rebajas salariales y despidos», el segundo se ve beneficiado porque «muchos, aunque no comulguen con sus ideas o con el peronismo, lo votan como parte del rechazo a este gobierno».

Con todo, cerca de Del Caño opinan que la izquierda «va a hacer una importante elección, aguantando esa polarización y sosteniendo un flujo importante de votos» y recuerdan que en las PASO el FIT Unidad sacó alrededor de 750 mil votos. «Creemos que en las generales vamos a superar ese número», pronostican.

«Lo importante es que cientos de miles de trabajadores y jóvenes ven a la izquierda como una alternativa de lucha», agregan.

Para Gabriel Solano, candidato a jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por esta fuerza de izquierda, el FIT Unidad planteó los temas centrales que debaten los sectores populares en la actualidad.

«Hicimos una gran campaña –señaló a Tiempo– con los ejes políticos más realistas de todas las fuerzas que se presentan a las elecciones. Eso queda corroborado por lo que está pasando en América Latina. Tanto la rebelión popular de Chile como la de Ecuador muestran que nuestras consignas de ruptura con el FMI, de repudio a la deuda usuraria, de acabar con los ajustes capitalistas contra el pueblo, son los temas centrales de lo que se discute en la región, incluso, más allá de América Latina, en todo el mundo».

En ese sentido, Solano agregó que «las demás fuerzas políticas, en cambio, son variantes de la política que se está aplicando y está llevando a esas rebeliones populares».

El día después

Del Caño, de 39 años, es una de las figuras del Partido de los Trabajadores por el Socialismo (PTS), agrupación que con el Partido Obrero (PO) e Izquierda Socialista (IS) formaron el FIT para encarar las elecciones de 2011. Ya fue candidato presidencial en 2015 por el mismo frente político.

Entre sus colaboradores destacan que tras las elecciones, la izquierda cumplirá un rol destacado. «Se vienen meses tumultuosos en los que se va a querer seguir descargando la crisis sobre el pueblo trabajador. Ahí la izquierda va a cumplir un rol muy importante. Apostamos a fortalecer a la izquierda a nivel nacional en estas elecciones como una de las importantes fuerzas políticas nacionales. Conquistar nuevos diputados y diputadas para el congreso es un punto de apoyo muy importante para el proceso y las luchas por venir», indicaron.

Solano también vinculó la campaña y el resultado electoral con el futuro inmediato. «Nuestra perspectiva electoral es la de reforzar a la izquierda como alternativa política nacional. Todos los votos que consigamos indudablemente van a colaborar con fortalecer una salida de los trabajadores a la crisis en función de lo que viene: no existen dudas de que el macrismo va a perder las elecciones nacionales y también en la provincia de Buenos Aires y, como dicen nuestros spots, Macri se va pero se quedan el FMI, el ajuste, el trabajo precarizado y los bajos salarios. Por lo tanto, las políticas que van a llevar adelante quienes ganen, de renegociar una deuda usuraria para intentar pagarla de uno u otro modo, va a producir una crisis y luchas populares muy importantes. La función del Frente de Izquierda con esta elección es ganar legitimidad para ser la dirección política de esas luchas que se van a dar contra el próximo gobierno. Esa es nuestra gran perspectiva». «