La novedad que el PRO introdujo en la política argentina fue el manejo de la comunicación y del marketing. Lo hizo usando el modelo estadounidense, que Jaime Durán Barba se dedica a vender en toda América Latina. Sería necio negar que, en parte, la victoria de Mauricio Macri se explica por su campaña electoral. Sin embargo, el macrismo parece haber caído en un exceso de confianza en lo que puede lograr con su política comunicacional. Las decisiones tomadas en la provincia de Buenos Aires, sacar a Elisa Carrió del escenario para ponerla a “cuidar” la Ciudad, con la idea de que María Eugenia Vidal trasladará su popularidad a cualquier candidato, son un ejemplo de cierta omnipotencia.

A fines de marzo pasado, la consultora Dicen midió la opinión pública en territorio bonaerense. El resultado mostró un dato promisorio para el macrismo. Había una curva ascendente en la intención de voto a favor de Cambiemos, que ubicaba a Carrió con 30 puntos de intención de voto. Eso la dejaba en segundo lugar detrás del Frente para la Victoria, que preserva un núcleo duro que oscila los 35 y 40 puntos, pero mostraba la un resultado “aceptable” para el oficialismo en un territorio mayoritariamente peronista. Un mes después, a fines de abril pasado, la misma consultora medió la Provincia. Esta vez lo hizo con el nuevo candidato de Cambiemos, el ministro de Educación nacional, Esteban Bullrich. La intención de voto había caído casi a la mitad. El ministro obtuvo 17 puntos y se colocó en tercer lugar, detrás de Sergio Massa. Sin embargo, en el PRO continúan convencidos de que Vidal podrá trasladar su popularidad.

“No es fácil asegurar que la adhesión de la gobernadora y los votos que tenía Carrió se queden en Cambiemos”, le dijo a este diario Hilario Moreno, director de Dicen. “Del tercio que tiene el macrismo, hay al menos siete puntos que se intercambian con Massa. Son votantes que pueden optar por cualquiera de los dos. Al poner un candidato más débil, muchos pueden migrar al Frente Renovador. Es al menos lo que muestra la última medición que hicimos”.

El consultor remarcó que, a su criterio, el macrsimo equivocó la estrategia: “Fue una mala decisión sacar Carrió de la Provincia. Era una candidata fuerte y pusieron uno débil”. Moreno resaltó que esa decisión hubiera tenido más lógica en Capital, donde el PRO está muy consolidado. “En la Ciudad realmente está afirmada la “marca” porque gobiernan hace 10 años. Además, según nuestros números, Martín Lousteau cayó 10 puntos por la decisión de volver de Estados Unidos para competir, así que a lo mejor no hacía falta cambiar a Lilita de distrito”.

El encuestador Ricardo Rouvier no coincidió con la visión de su colega. “Es cierto que Bullrich perdió votos en comparación con Carrió. De todos modos, si lo medís por agrupación o preguntando si acompañaría al candidato de Vidal se conservan los valores anteriores”, sostuvo Rouvier y agregó: “A mí me parece que algo de todo eso se va a trasladar. No sé si todo. Ese es el misterio”.
La consultora Analía Del Franco se ubicó en una suerte de tercera posición al analizar el escenario. En primer lugar le “bajo el precio” a Carrió. “Nosotros nunca la tuvimos cerca de los 30 puntos. Su situación no era una maravilla. Todos los candidatos de Cambiemos están al menos seis puntos por debajo de lo que sacaría Vidal, que alcanza más de 30 puntos. Es cierto que Bullrich está 15 puntos abajo. Es un riesgo. Quizás con el combo de la obra pública y la cara de Vidal acompañando pueda mejorar”.