El precandidato a presidente de Unión por la Patria, Sergio Massa, dedicó su primer día como postulante ungido y oficializado ante la justicia electoral a transmitir las primeras indicaciones a su equipo de trabajo, y la consigna que hizo circular («la campaña es la gestión») es un anticipo de lo que serán sus próximas acciones. «Orden, unidad y gestión», insistieron desde el staff que acompaña a Massa que es la consigna.

Massa comenzará la semana con una reunión con el Gabinete de Economía y al mediodía firmará un acuerdo por el Club de París con representantes de Francia, España y Suecia.

La firma de los documentos se realizará a las 12 en la sede de la cartera económica para dar por finalizada la negociación por la refinanciación de la deuda con ese nucleamiento. Un portavoz ministerial consignó que «con estos países más Japón que firmará próximamente, tenemos todos los acuerdos para tener financiamiento directo para la Argentina por parte de los países que conforman el Club de París».

Si para la Argentina implica una novedad que un ministro de Economía sea al mismo tiempo candidato presidencial, la coexistencia de esos dos roles tiene antecedentes en otras partes del mundo, como el francés Emmanuel Macron al frente de esa cartera con el socialista Francois Hollande, el brasileño Fernando Henrique Cardoso con Itamar Franco en la Presidencia y el flamante mandatario electo de Paraguay Santiago Peña.

Con esos antecedentes como modelo, en el equipo de colaboradores de Massa adelantaron que la idea para las próximas semanas es que el precandidato y ministro se mantenga ajeno a cualquier diferencia política interna («dejemos que las peleas sigan en la oposición», recomiendan), y en ese sentido aseguraron que la impronta del tigrense será «concentrarse en el trabajo 24×7 resolviendo problemas, ordenando y generando estabilidad».

La campaña arrancará esta semana con intensa actividad. Una versión indica que podría participar junto a Cristina Kirchner del acto de recepción del avión Skyvan que fue usado para los vuelos de la muerte, y cuya compra gestionó él ministro con las familias de dos de las Madres de Plaza de Mayo víctimas de ese acto del terrorismo de Estado. La aeronave ya está en Buenos Aires, pero habrá un acto formal, acaso un guiño del tigrense a la agenda de Derechos Humanos.