La investigación por el origen del dinero sustraído a la vicepresidenta, Gabriela Michetti, la noche en que Cambiemos ganó el balotaje presidencial, está paralizada desde hace casi tres meses, pese a que prácticamente no hay ninguna nueva prueba por producir.

Desde finales del año pasado, el expediente no registra ningún tipo de actividad. El último movimiento se produjo el 29 de diciembre de 2016, cuando la defensa de Michetti desistió de un testigo, su padre. Esa era, virtualmente, la última prueba que quedaba pendiente de la primera etapa de la investigación, en la que tras la denuncia formulada por el abogado Leonardo Martínez Herrero, a partir de una nota publicada por Tiempo, la vicepresidenta designó abogados defensores.

Michetti es defendida por el excamarista federal, exministro de Justicia y exdiputado Ricardo Gil Lavedra. Su estudio propuso a una serie de testigos, entre ellos los supuestos aportantes del dinero –luego sustraído- destinado a financiar una fiesta de fin de año de la fundación SUMA, que ella encabeza.

El juez federal Ariel Lijo tomó declaración a prácticamente todos y recabó informes que había pedido a organismos públicos sobre la conformación de sociedades y fundaciones directa o indirectamente relacionadas con Michetti y con la causa.

Después de agotar esa instancia, la causa quedó en condiciones de resolver, con un menú (en principio) de tres alternativas: producir nueva prueba, adicional a la ya existente, para completar la investigación; sobreseer con lo ya recabado a Michetti o estimar que existen elementos suficientes para convocarla a prestar declaración indagatoria para que ejerza su defensa.

En la causa que disparó la investigación contra Michetti (el robo de dinero en su domicilio) el tribunal oral número 29 rechazó un pedido de la defensa del policía imputado, el oficial mayor David Juan Pablo Cruzado, para que esa causa también pasara a la Justicia Federal y se acumulara con el expediente que lleva adelante Lijo.

De tal modo, tampoco eso es un obstáculo para que la investigación sobre la conducta de Michetti siga adelante.

Ayer, en declaraciones al diario La Nación, la diputada oficialista Elisa Carrió, consultada sobre el Poder Judicial, respondió: «Hay sectores que son excelentes y otros que son terribles. Entre los terribles, están los oportunistas, que son los especuladores. Son como los inversores golondrinas. Pongo, veo si hay interés, saco la plata. Yo creo que no van a actuar mucho hasta ver quién gana las elecciones. Son especuladores. Si ven que el Presidente pierde la legitimidad, dicen, ‘a ver si vuelve Cristina, no la toquemos’. No hacen justicia, son oportunistas políticos. Estoy hablando de Comodoro Py. Salvo excepciones, tres o cuatro jueces más serios. El resto está en una especulación permanente y ahora va a haber un interregno».