El paro nacional convocado por la CGT para este lunes se sentirá con particular fuerza en la provincia de Buenos Aires. Allí pararán los gremios que agrupan a los trabajadores del Estado de todas las ramas: administrativos, judiciales, docentes y de la salud. Pese a la casi nula repercusión en los medios de comunicación, María Eugenia Vidal tiene conflictos abiertos con maestros, trabajadores de la justicia y médicos. Con ninguno cerró paritarias y a todos les ofreció lo mismo: el 15% de aumento en cuotas, una cifra que la realidad inflacionaria del país convierte en ridícula.

Cada gremio mantiene reclamos salariales y sectoriales propios, pero uno los unifica: piden ser convocados a paritarias. Los trabajadores de las escuelas, los hospitales, la administración pública, tribunales y demás espacios del Estado se plegaron al paro del 14 de junio de las CTA y todos adhieren al paro de la CGT. Las quejas son porque Cambiemos no negocia.  No los convoca ni supera la oferta inicial. “Hay una intención clara de llevar a cabo una baja salarial con la inflación”, opinó el secretario general de la Asociación Judicial Bonaerense (AJB), Pablo Abramovich. Los únicos que recibieron más de un llamado fueron los maestros. La  explicación es que es el único conflicto capaz de perforar el blindaje mediático de la gobernadora que abusa de la palabra diálogo.

El Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB), que nuclea al Sindicato Único Trabajadores de la Educación (Suteba), a la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), a Udocba y los privados de Sadop, cumple este domingo 65 días sin recibir un llamado para sentarse a negociar salarios.

La paritaria docente sigue abierta aunque los chicos están en las aulas. En siete encuentros Vidal les ofreció 15% en cuotas, plus por presentismo y cláusula de revisión. En la última reunión, el pasado 20 de abril, los ministros de Economía, Hernán Lacunza; de Trabajo, Marcelo Villegas; y de Cultura y Educación, Gabriel Sánchez Zinny, bajaron aún más el techo: ofrecieron 10% en tres cuotas en el primer semestre. El teléfono de los maestros no volvió a sonar y el Ejecutivo aplicó aumentos unilateralmente.

“Eso que dice algún funcionario, que están “negociando con los maestros, es una mentira absoluta”, dijo la presidenta de FEB, Mirta Petrocini. Explicó que el aumento a cuenta de futuros aumentos “no conforma el salario”. La Secretaría de Medios de la Provincia comunicó la aplicación del 10 por ciento.  «Fue una escala que ellos mismos diseñaron-remarcó Petrocini-. La implementaron como medida unilateral, inconsulta. No se nos permitió presentar alternativas”.

Lo maestros señalaron  que para un maestro que recién inicia el sueldo de bolsillo es de $ 12.500. Llega a ese número con las bonificaciones y otros agregados al básico, que es de $ 5407. La canasta básica en mayo superó los 19 mil pesos.

En el caso de los médicos,  la primera reunión paritaria fue el 14 de junio. Les ofrecieron un 15%, presentismo y cláusula de revisión. Lo rechazaron. Hicieron huelga el martes 19 y volverán a parar este lunes y el viernes 29, cuando además van a instalar una carpa frente al Congreso para hacer visible el reclamo.  “El ministro de Economía habla de una inflación del 27%”, dijo Fernando Corsiglia, secretario general de CICOP, el gremio que reúne a los profesionales médicos.

“La situación de la salud pública en la provincia es extremadamente problemática. Creo que es el sector que está peor. Ocurre una cosa inédita: no hay personal para ingresar al sistema. Eso es a causa de los bajos salarios y la malas condiciones laborales”, explicó Corsiglia. La consecuencia son guardias sin cubrir y carencia de especialistas.

El salario inicial de un médico es de $ 20.300. Los sueldos bajos y las malas condiciones laborales vuelcan a los egresados universitarios y residentes al sistema porteño o al privado. Como con los maestros, el gobierno aplicó incrementos a cuenta de forma unilateral.

El gremio de los estatales reúne a los empleados de la administración pública, incluidos trabajadores no docentes de educación y no profesionales de la salud. A diferencia de lo que ocurre con los maestros, los dos gremios mayoritarios no pulsean juntos. Es el único sector para el que Vidal logró cerrar la paritaria gracias a las firmas de UPCN y Fegepba. El gremio con mayor cantidad de afiliados es ATE, que en provincia tiene por secretario general a Oscar de Isasi, pero no firmó y permanece en conflicto con la gobernadora. Además de pedir que se rediscutan salarios están movilizados. Uno de los motivos  son los despidos en la línea 144 de violencia de género que depende de la Secretaría de Derechos Humanos.

En el gremio judicial la situación es similar. El gremio tenía que iniciar paritarias el 15 de marzo pero fueron convocados el 28 de mayo. Fue la única reunión que tuvieron. Les ofrecieron lo mismo que al resto y lo rechazaron. «