No hubo sorpresas. El Congreso del Frente Renovador (FR) emitió un documento que puso por encima de todas las prioridades derrotar a Cambiemos en las próximas elecciones. En ese marco, el espacio le dio la potestad a Sergio Massa de negociar sin límites.

La satisfacción con la que bajaron del escenario el diputado provincial Jorge D’Onofrio y los intendentes bonaerenses daba cuenta de que la posición que habían sostenido había triunfado. Fuera de micrófono le confirmaron a Tiempo, sin disimular la sonrisa, que el Frente Renovador se sentará a negociar con el Partido Justicialista y con la fórmula Fernández – Fernández.  

“No íbamos a aplaudir públicamente a otro espacio, tampoco veníamos a hacer una rendición. Veníamos a hacer esto, a abrir la puerta a las negociaciones”, aclararon.  

La primera confirmación de que Alternativa Federal había dejado de existir, por lo menos en el universo massista, llegó en forma de hashtag. La cartelería y la papelería que rodeó al Congreso ya no decía #HayAlternativa sino que se trataba de construir una #NuevaMayoria. El nuevo eslogan estuvo en consonancia con casi todos los discursos que se pronunciaron en Parque Norte.

La certeza de que con Alternativa Federal no se puede derrotar al gobierno y la decisión de buscar una nueva alianza que incluya al Partido Justicialista, que hoy ya incluye al kirchnerismo, modelaron el plenario partidario de este jueves.

El documento de siete puntos marca dos cuestiones claves: primero “que la fragmentación de la oposición le beneficia únicamente a Macri y que, por lo tanto, contribuye a su posible reelección; y que la actual geometría de la oposición es insuficiente para garantizar la victoria y conseguir que Argentina tenga un nuevo gobierno en diciembre”, y, segundo: “Que Argentina necesita una coalición opositora amplia, plural y federal para competir y ganar en las próximas elecciones”.

La seguidilla de discursos, que comenzaron poco después de las 13:00, tuvieron matices pero no diferencias de fondo. La mayoría de los oradores respaldaron darle la potestad a Massa sin mayor profundidad. Sólo los intendentes levantaron la temperatura de Parque Norte cuando subrayaban que la principal preocupación debía ser sacar a Macri de la Casa Rosada.

Pero el punto más alto, antes de que hable Sergio Massa, llegó con el discurso de Graciela Camaño, la dirigente de más peso que cuestionaba el acercamiento al PJ. En ese contexto realzó las virtudes de Massa como conductor y como dirigente. Pero no se privó de cuestionar al kirchnerismo. “Alguién se equivocó para que este energúmeno éste gobernando el país”, dijo y, sólo con esa frase, dejó sentada su posición.

El cierre estuvo a cargo de Massa que volvió a reiterar la necesidad de construir un frente amplio con capacidad de derrotar a Macri en las próximas elecciones. No mencionó a Alternativa Federal. Tampoco a la fórmula Fernández – Fernández. En ese contexto aseguró  que no busca “trabajo ni cargo” y que estará listo si “le toca liderar la etapa que viene” pero también “para empujar el carro de donde le toque”.

Todo los cañones de Massa, como desde hace un tiempo, apuntaron contra la gestión de Cambiemos. “Estamos acá porque fracasó el gobierno de Macri, el mejor equipo de los últimos 50 años que nos volvió a poner de rodillas frente al FMI”, sentenció Massa. Y agregó: “Les pedimos a todos aquellos que quieren construir esta nueva mayoría que no caigamos en la trampa del debate de nombres. Les tenemos que mostrar a los argentinos un programa de gobierno”.