En medio de un clima festivo, el peronismo porteño, liderado por Leandro Santoro, cerró su campaña en el mítico estadio Luna Park de la Ciudad de Buenos Aires. Después de una campaña intensa, en donde apostaron por enamorar a independientes y radicales enojados con el PRO, Unión por la Patria juntó 7500 personas y llega al domingo con la esperanza de meterse en un ballotage con Jorge Macri para declararle jaque al poder del partido que comanda la Ciudad desde hace dieciséis años.

La militancia comenzó a rodear el viejo estadio de boxeo varios minutos antes del inicio del acto. Entre banderas del Frente Renovador, Peronismo por la Ciudad y espacios independientes, se asomaban parrillas que repartían su espacio entre el clásico choripán y las opciones con verduras.

Una vez adentro, en la previa del encuentro, tocó ‘Esa te la Debo’, la murga uruguaya que inventó el ya famoso jingle, que se volvió viral a través del programa de streaming Gelatina, escrito en base a la canción “Tan sólo”, de Los Piojos. Durante treinta minutos, sus canciones de protesta, encaradas desde el humor, estuvieron a cargo de calmar la ansiedad de la militancia por escuchar a sus candidatos. Luego fue el turno de la banda de cumbia Tsunami, que se encargó de darle el toque tropical a la tarde. Por último el toque musical estuvo a cargo de “El toro”, el alter ego animal del candidato porteño. En un despliegue digno de un cantante internacional, el muñeco de Unión por la Patria cantó por la presencia de Santoro el próximo 14 de noviembre en las urnas.

Desde el escenario circular, que ya se convirtió en ícono de los actos del PJ porteño por su cercanía con el público, el candidato a primer legislador y ministro de Turismo y Deporte, Matías Lammens, abrió la tarde alertando que esta “es una elección rara y determinante. No es una elección como estábamos acostumbrados en donde peleábamos entre izquierda y derecha. Lo que está en juego son los grandes consenso que generamos en estos 40 años de democracia. Esta elección marca un antes y un después.”

Continuando con la línea que mantienen varios dirigentes de pedir perdón por los errores del gobierno actual, el ministro sostuvo: “Sabemos que la cosa está difícil. Nos hacemos cargo, pero también sabemos que la salida es con un plan de estabilización que genere más empleo.” En este punto advirtió que “la gente no quiere menos Estado, quiere un Estado más eficiente.”

Al igual que comenzaron a hacer muchos de los dirigentes oficialistas, Lammens se detuvo a recalcar la actitud de Sergio Massa frente a la salida de Martín Guzmán en agosto de 2022. “Tenemos un candidato que le puso el pecho, cuando muchos hablaban de asamble legislativa, él agarró la papa caliente”, lanzó. Con un discurso conciso, pero mucho más cargado de peronismo que los que acostumbra, el ministro cerró su intervención advirtiendo que lo que está en juego los próximos cuatro años es cómo se redistribuye la riqueza que se espera que el país genere a partir del 2024 con la puesta en marcha del Gasoducto y la explotación del litio.

Al ritmo de Tranky Funky del trapero Trueno, y entrando desde una de las alas del estadio igual que lo hacían los cotizados boxeadores que pelearon en el ring del Luna, Leandro Santoro ingresó después de saludar a varios de sus compañeros que lo alentaron como un campeón del mundo. El candidato a jefe de gobierno porteño inició su discurso hablando sobre los departamentos vacíos de las zonas más caras de la ciudad y planteó la necesidad de romper con las diferencias entre el norte y el sur. “Es una ciudad con muchos contrastes, por eso decidimos construir una alternativa de gobierno. El oficialismo puso la ciudad en piloto automático y piensan que es un patrimonio que pueden pasarse de mano en mano, por eso trajeron a Jorge Macri de Vicente López, para que cuide los negocios del PRO”, sostuvo.

En esta línea explicó que el modelo de desarrollo urbano del oficialismo “no sirve para nada” porque “hace 70 años que la Ciudad tiene tres millones de habitantes, sin embargo, se construyeron miles de metros cuadrados. Le regalaron a las empresas amigas del poder todos los negocios posibles y arruinaron los patrimonios de los barrios. Hasta las bicicletas se privatizaron.” Además, y parafraseando la épica frasde peronista, Santoro advirtió que para el PRO “donde encuentra una necesidad encuentran un negocio. Hay que terminar con la idea de que el estado siempre esté a merced de los corporativos.”

Manteniendo la idea de incluir al radicalismo dolido luego del triunfo de Jorge Macri en las PASO de Juntos por el Cambio, Santoro sostuvo: “Todos los que estamos acá tenemos una procedencia común, por eso tenemos que unirnos para garantizar que las oportunidades sean iguales para todos.” Además, luego del acto, el diputado sostuvo que, cuando llegue al gobierno el 10 de diciembre, convocará oficialmente a la Unión Cívica Radical para formar parte de su gestión y a “los mejores del oficialismo” y puso como ejemplo a María Migliore, ex ministra de Desarrollo social de la CABA, que renunció a su cargo tras el triunfo del primo del ex presidente en un éxodo larretista.

Sin desconocer la situación nacional, Santoro cerró su presentación advirtiendo que “La pelea por la ciudad está inserta en una mayor: contra una derecha que viene por todo, que incluso está destruyendo a Juntos por el Cambio. La alianza de Macri y Milei echó a los radicales y socialistas. Esta derecha usa la crueldad para movilizar y milita el egoísmo y el odio. Por eso, es importante que Sergio Massa sea presidente. Tenemos que trabajar para que esté sentado en la casa rosada el 10 de diciembre.”

Para presentar al tigrense, el candidato apostó por el golpe emotivo y contó que fue Raúl Alfonsín quien le presentó a Sergio Massa y que el ex presidente radical le dijo que en él “veía un buen compañero y tenía una fuerza enorme”.

A su turno, el candidato presidencial devolvió el gesto y sostuvo: “Vengo a acompañar a un apasionado y a un dirigente con gran corazón. No solamente están frente a la oportunidad de construir una alternativa, están frente a un dirigente y a un equipo que decidió armar un programa de gobierno y terminar con el modelo de una Ciudad pensada para pocos y pensar un proyecto inclusivo para todos los barrios de la Ciudad.”

Luego, el ministro de Economía se detuvo para mirar a los ojos al candidato porteño y le dijo: “Leandro, desde el 10 de diciembre vas a tener al presidente de la república al lado para ayudarte a combatir el problema de la vivienda.” El público estalló.

Antes de meterse en la campaña nacional, Massa recorrió cada uno de los problemas de la Ciudad y prometió acompañamiento y financiamiento en el área de salud, educación y seguridad, tres patas sensibles y deficitarias que tiene el oficialismo porteño. En este punto, advirtió: “Tenemos por delante la defensa de algunos derechos que hoy empiezan a ser cuestionados. Me da pena que en el país de los premios Nobel, la uba y las escuelas gratuitas haya candidatos que hablen sobre el arancelamiento de la educación. Junto a Leandro vamos a defender la educación pública, gratuita y de calidad.”

Recobrando una confianza que el propío peronismo no tuvo durante los primeros pasos de la campaña, Massa cerró su participación señalando: “Nos quisieron hacer creer que estábamos derrotados y de rodillas. Pero la fuerza de cada uno me dio vamos a usarla para dar vuelta la elección. Hagamos el último esfuerzo. Contemos que somos el futuro. El domingo cueste lo que cueste, Leandro al ballotage.”

Del acto participaron los ministros Eduardo Wado de Pedro (Interior), Matías Lammens (Turismo y Deportes), Daniel Filmus (Ciencia y Tecnología), Carla Vizzotti (Salud) y Tristan Bauer (Cultura), el senador Mariano Recalde, la presidenta de Aysa Malena Galmarini, los diputados Cecilia Moreau, Itai Hagman y Eduardo Valdés, los diputados Paula Penacca, y los legisladores Claudia Neira, María Bielli, Matías Barroteaveña, Lucía Cámpora, Juan Manuel Valdés y Ofelia Fernández, entre otros.