La Feria del Libro de Guadalajara (FIL) es un lugar amable para los humoristas gráficos. Hace varios años recibió a Quino cuando Mafalda fue traducida al francés.

Esta vez fue otro entrañable humorista argentino, Juan Matías Loiseau, más conocido por Tute, quien fue distinguido en la FIL.

«El reconocimiento de la Catrina fue para mí un orgullo, le dijo Tute a Télam,  un honor recibir el premio que han recibido algunos de mis grandes maestros. Así que fue muy lindo, muy conmovedor, porque además cuando me dieron el premio se alzaron las manos con muñecos hechos de distintos materiales de mis personajes, un montón de jóvenes, pero decenas y decenas de muñecos. Un auditorio repleto y muy, muy conmovedor todo», 

Agregó que el reconocimiento a los humoristas gráficos no es muy común en Argentina a diferencia de lo que sucede en México, que «le da un espacio importante a los caricaturistas, a los humoristas gráficos, así que eso también es para destacar».

Consulado sobre las diferencias  que percibía entre el humor mexicano  y el argentino, Tute respondió: “quizá radica en que acá en México es muy difícil encontrar humor atemporal, el llamado humor blanco. En general acá se dice caricatura política porque siempre está ligada a la actualidad, a la noticia, a la agenda política.”

Foto: Pedro Pérez

Por su parte, la directora del FIL, Marisol Schulz, destacó que Tute pone en evidencia que «un buen humorista nos provoca risas en cada cartón y con cada historieta» y a la vez ayuda a reflexionar.

Y agregó: «Tute ha destacado por un humor puntiagudo y genial que nos habla desde el futuro como diciendo: tranquilos, todo se puede poner peor».

En El diario de Yucatán se consigna que “En su discurso de recepción, afirmó que el humor tiene como finalidad la recreación, aunque también mostrarle a la sociedad cómo es y hacia dónde va”.

Recordó –además- que el ilustrador y caricaturista mexicano José Guadalupe Posada (1852-1913), creador del personaje de la Catrina que inspiró este premio, utilizaba el humor para criticar a la sociedad, como “un espejo social para mostrarnos cómo somos realmente”.

Y agregó al mismo medio refiriéndose al humor que “Nos devuelve un yo completo, con los perfiles, con las miserias, con los fantasmas y los miedos, ese es el espejo y la imagen que nos devuelve el humor, pero sirve también para sostenernos frente a la muerte”.

Lo comparó, además, con el picante que tanto les gusta a los mexicanos: “no hay que hacer abuso de él, pero que nunca falte”.

Foto: Gentileza Tute

Tute nació en 1974. Es hijo de otro gran humorista argentino, Caloi, creador de personajes entrañables como Clemente que forma parte de la identidad de los argentinos.

Tute, para quien dibujar es algo casi tan natural como respirar porque creció viendo dibujar a su padre, afirmó varias veces que, al principio lo imitaba. Pero muy pronto se despegó de esa inevitable influencia y desarrolló un mundo propio dentro del humorismo gráfico. Estudió esa especialidad del dibujo como así también diseño gráfico y cine.

Su primer trabajo como dibujante lo obtuvo a los 17 años y fue para una revista del gremio bancario.

En 2014 publicó su primera novela gráfica: Dios, el Hombre, el amor y dos o tres cosas más, con prólogo de  Quino.  

Hoy es uno de los mayores humoristas gráficos de la Argentina. Además de sus tiras gráficas tiene una veintena de libros publicados y ha recibido numerosas distinciones por su quehacer.

En una entrevista con Tiempo Argentino definió al humor como “un mecanismo de defensa que tenemos los seres humanos tanto individual como colectivamente. Sirve para protegernos, para hacer más llevadera la vida. Y, arriesgaría a decir, para salvarnos. Una vida sin humor no sería vida”.