Deporte estadístico, hasta el 29 de julio de 2022 sólo dos basquetbolistas habían anotado 30 puntos o más con 40 años o más en la historia de la NBA y la WNBA: Michael Jordan y Dirk Nowitzki. Ese día se les unió Diana Taurasi, 41 años, tres veces campeona de la WNBA con Phoenix Mercury, su equipo de siempre en Estados Unidos, y desde 2017 la máxima anotadora de todos los tiempos de la liga femenina. Hija de padre ítalo-argentino y de madre argentina de Rosario, Taurasi -nacida en Chino, California- juega ahora su temporada 19 en la WNBA, en la que puede ampliar el récord de los hoy 9929 puntos (ninguna otra en la historia supera los 8000). Considerada por especialistas como la mejor jugadora de básquet de Estados Unidos, a Taurasi le corre sangre argentina. Y la protegen almas rebeldes: en el primer partido de local de la temporada 2019/20, en el marco de un homenaje de Phoenix Mercury a las mujeres, eligió ponerse en sus zapatillas las imagénes de la jueza Ruth Bader Ginsburg, clave en la lucha por la igualdad legal de género en Estados Unidos, y la de Eva Duarte de Perón, “la abanderada de los humildes”.

“Quería homenajear a dos mujeres que tuvieron un impacto grande en la sociedad. Que no tenían miedo de decir cosas que en esa época no se podían decir, que mucha gente quería decir pero no tenía el apoyo. Eva luchó por la mujer, por los que menos tienen. Dejó su huella en muchas formas”, le dijo Diana Taurasi al periodista Julián Mozo en noviembre de 2019, un mes después de la zapatilla celeste, blanca y dorada con Evita, durante el Preolímpico a los Juegos de Tokio 2020 que jugó con Estados Unidos en Bahía Blanca, capital del básquet argentino. En junio pasado, ella dijo acerca de las transmisiones televisivas de la WNBA: “Hemos establecido una liga de jugadoras asombrosas desde hace mucho. Y es gracioso cuando escucho cada vez que veo un partido: ‘Caitlin Clark es como Stephen Curry’. ¿Por qué no puede ser como Katie Smith? ¿Angel Reese rebotea como Dennis Rodman? ¿Por qué no puede ser como Rebekkah Brunson? Eso es una falta de educación y de investigación”.

En la WNBA, Diana Taurasi cobra un salario tres veces más bajo que el de la mascota mejor paga de la NBA. No es una ironía. Rocky, la mascota de Denver Nuggets, gana 625 mil dólares al año, y Taurasi, 228 mil. “Puedo aprender a ser una mascota”, tuiteó la basquetbolista Angel McCoughtry, oro olímpico en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016. Las jugadoras de la WNBA ganaron 33 veces menos que los de la NBA en 2019. En ese contexto Taurasi reivindica a Eva Perón. “No sé dónde está la desconexión del deporte con el apoyo de la gente. No sé por qué los deportes de mujeres no pueden ganar ese poder en Estados Unidos. No lo entiendo. Me lo preguntan mucho y no tengo una respuesta”, dijo Taurasi, quíntuple medallista de oro -junto a Sue Bird- con Estados Unidos en los Juegos Olímpicos (desde Atenas 2004 en adelante). Número 1 en el Draft de la WNBA de 2004, Diana tiene una calle cercana al Footprint Center, donde juegan las Mercury: la 1st Street en el centro de Phoenix cambió a “7489 Taurasi Way”. El “7498” es la cantidad de puntos con los que superó los 7488 que Tina Thompson había conseguido entre 1997 y 2013.

En 2023, Diana Taurasi volvió a compartir la cancha con Brittney Griner en Phoenix Mercury. Griner había pasado diez meses encerrada en una cárcel de Moscú. Y fue condenada a nueve años. “Culpable” porque le encontraron marihuana en el bolso cuando regresaba a Estados Unidos de su equipo ruso. “Tráfico de drogas”. Libre tras un intercambio de prisioneros con Rusia, que repatrió a Víktor But, poderoso traficante de armas. Taurasi y Griner habían jugado juntas en el club UMMC Ekaterinburg -tres ligas de Rusia y cuatro Euroliga- porque el 60% de las basquetbolistas de la WNBA deben incrementar sus ingresos fuera de Estados Unidos (Taurasi suma 18 títulos en Europa, entre sus pasos por ŽBK Dinamo Moscú, Spartak Región de Moscú, Fenerbahçe, Galatasaray Spor Kulübü y UMMC Ekaterinburg). En febrero, después de la cárcel, Griner firmó un contrato 32% menor que el de 2022 con Phoenix Mercury. Lo hizo para “presionar” a su amiga Diana, que no había cerrado por una temporada más y especulaba con el retiro. Si le hubieran encontrado los 0,7 gramos de aceite de cannabis para un vaporizador en Texas, su estado natal, también hubiera ido a la cárcel con el riesgo de una pena de 20 años.

Casada con su excompañera de las Mercury Penny Taylor -tienen una hija-, voz del personaje “White Mamba” en Space Jam: una nueva era, e hincha de Rosario Central (“los canallas estamos en todos lados”), Diana Taurasi es un ícono deportivo: en 2012 con Galatasaray, fue la única que se negó a usar en la Euroliga un short más corto y ajustado, “más femenino”, por lo que fue multada por la FIBA. “Tengo que llamar a Manu (Ginóbili) para poner una escuela para mujeres en Argentina, para que haya más latinoamericanas en la WNBA. Manu es uno de mis favoritos”, dijo Taurasi, que durante su infancia vivió entre Rosario y Los Ángeles.

En 2019, aunque finalmente no fue contratada, Florencia Chagas marcó un antes y un después: se convirtió en la primera argentina elegida en el Draft de la WNBA. Aunque Taurasi había sido, a su manera, la primera (y es la más grande): “Soy 90% argentina-italiana y 10% estadounidense”. En los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 le aumentaron las pulsaciones cuando divisó en el palco del Wukesong Arena a Diego Maradona. Le pidió a Adam Silver, actual comisionado de la NBA, que por favor la acompañara. Y a su compañera Sue Bird que filmara. “Diego, te quiero mucho, gracias por todo -le dijo Diana Taurasi a Maradona, en la cara, apretándole los rulos con las manos detrás de la cabeza-. Sos el Dios de toda Argentina”.