En tiempos de crisis, Independiente también tiene la suya. La derrota 1-3 ante Platense, anoche de local por la sexta fecha de la Liga Profesional, expuso los múltiples aprietos -deportivos, económicos e institucionales- que asfixian al club. En un clima de cacerolazo, con canciones como “Ohhh, que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, especialmente centralizadas contra el presidente Hugo Moyano -a quienes los hinchas le pidieron elecciones anticipadas-, pasó inadvertido que el equipo de Eduardo Domínguez quedó a siete puntos del primer puesto, en el decimonoveno lugar. Sin futbolistas desequilibrantes en el plantel, pensar en un Independiente campeón de liga 2022 –aunque el torneo recién haya comenzado- hoy suena a un optimismo similar al de quienes proyecten una Argentina sin inflación: salvo un milagro futbolero, a fin de año Independiente sumará 30 torneos de liga sin títulos.

El 1 de diciembre, en pleno Mundial, se cumplirán 20 años del último torneo argentino ganado por Independinete. En el medio, claro, el club tuvo sus alegrías internacionales, acorde a sus apodos “Rey de Copas” y “Orgullo Nacional”: dos Sudamericanas y una Suruga. Pero, en el ámbito local, Independiente también sufrió un descenso y quizás algo tan duro como la pérdida de categoría: una sensación de medianía, de gris, de un club que ya no sólo no gana títulos sino que tampoco los pelea. Una estadística confirma esa letanía: en los 29 torneos de liga que pasaron desde aquel Apertura 2002, Independiente nunca terminó en el podio.

Desde entonces, sin haber ocupado la primera, segunda ni tercera posición, el «Rey de Copas» terminó en el cuarto puesto (cinco veces, Apertura 2005, Apertura 2006, Apertura 2009, Clausura 2010 y 2014), en el quinto (una vez, 2015), en el sexto (cinco veces, Clausura 2008, Clausura 2011, 2016 –terminó tercero en la zona pero sexto en la general-, 2017/18, y 2016/17), en el séptimo (una vez, 2018/19), en el octavo (una vez, Apertura 2011), en el noveno (dos veces, Apertura 2007 y 2021), en el undécimo (una vez, Clausura 2011), en el duodécimo (tres veces, Clausura 2005, Clausura 2006 y Final 2013), en el decimotercero (una vez, Clausura 2004), en el decimocuarto (dos veces, Apertura 2003 y 2019/20), en el decimoquinto (una vez, Apertura 2004), en el decimosexto (dos veces, Clausura 2009 y Clausura 2016), en el decimoséptimo (una vez, Clausura 2003), en el decimoctavo (dos veces, Apertura 2008 e Inicial 2012) y en el vigésimo y último (Apertura 2010).  

Esa medianía se sintetiza en otra cuenta: 15 veces terminó de mitad de tabla para arriba (del puesto décimo al primero) y las otras 14 en la parte final de las posiciones. ¿Qué equipos tuvieron cerca de pelear el titulo? Muy pocos, pero acaso el gran recuerdo sea el del Clausura 2010, cuando Independiente estuvo puntero entre las fechas 8 y 13 y llegó con chances a la anteúltima jornada, cuando perdió 4-3 ante el futuro campeón, Argentinos Juniors. En 2014 osciló entre el tercer y cuarto puesto casi todo el torneo, pero siempre lejos de Racing y River.

Además de los 29 torneos de liga, Independiente jugó 11 copas nacionales en este tiempo. Las ocho participaciones en la Copa Argentina sólo reportaron fracasos: cuatro eliminaciones en dicisiseisavos de final (Belgrano, Defensa y Justicia, Brown de Adrogué y Atlético Tucumán), tres en octavos (Arsenal, Lanús e Independiente) y una en cuartos de final (Lanús, en la temporda 2018/19). En la actual edición, el equipo de Domínguez ya pasó dos fases y debe jugar contra Vélez por los cuartos de final. Es decir, técnicamente está a tres partidos de un título, la gran chance de una alegría en tiempos de sequía.

En las tres ediciones de la Copa de la Liga, Independiente ya llegó a una semifinal: fue en 2021, cuando –tras finalizar tercero en la zona y séptimo en la sumatoria de puntos con el otro grupo-, eliminó en cuartos de final a Estudiantes y perdió contra Colón en el partido que le habría dado el acceso a la final. En 2022, terminó décimo en su zona (decimoctavo en la general) y en 2022 llegó hasta la fase final, pero terminó quinto.

Sin un plantel de calidad, y en medio de una presidencia cuyo crédito ya parece agotado para los hinchas, el sistema de copas -con partidos a eliminación directa- se presenta como la gran chance de Independiente para volver a salir campeón, a la espera del regreso de sus mejores épocas para que aquel título del Apertura 2002 no siga alejándose en el tiempo.