El acuerdo suscripto por el presidente Mauricio Macri con la empresa CRCC (China Railway Construction Corp. Ltd.) para la renovación de la infraestructura de vías del Ferrocarril San Martín que unirá Buenos Aires con Mendoza ya había sido acordado en 2015 mediante una carta de intención por el ahora exministro Florencio Randazzo durante el mandato de Cristina Kirchner.

En aquel entonces, en declaraciones levantadas por los diarios Clarín y La Nación, Randazzo había afirmado que “la recuperación del ferrocarril de cargas es una obsesión de la presidenta para ayudar a las economías regionales y pequeñas y medianas empresas del interior del país a ganar competitividad (…) Al utilizar el tren como medio de transporte para sus mercaderías, se abaratan los costos de la logística hasta un 70%”

A tres meses de finalizar el segundo mandato de Cristina Kirchner, desde China, Randazzo había expresado que “lo firmado es de suma importancia porque se asegura el financiamiento para los próximos años; así garantizamos que la recuperación del ferrocarril se convierta una política de estado que trascienda a los gobiernos”.

Ese mismo acuerdo, que implicaba una inversión de U$S 2400 millones y habilitaba la red que une Mendoza con los puertos de Buenos Aires y Rosario fue presentado como propio por el ministro de Transporte de la Nación Guillermo Dietrich: “Hoy (por el martes) junto a Mauricio Macri hicimos un acuerdo con China para renovar el FC San Martín de cargas con tecnología nunca antes usada en el país.”

En reportaje con el diario La Nación, Dietrich mostró el mismo entusiasmo que su antecesor, verdadero artífice del acuerdo: “Se trata de una obra de más de 2000 millones de dólares para la completa reconstrucción de Mendoza a Buenos Aires, pero con una particularidad: los materiales que se vendan en la Argentina se comprarán en el país.” El dato que se “olvidó” de mencionar el actual ministro es que ese acuerdo, tal vez el mayor de esta gira asiática, fue negociado y firmado por el gobierno anterior.