La historia ya está escrita, interpretada y grabada. Pero toda obra se completa –dicen– cuando se encuentra con su público y multiplica vínculos y significados. El maestro, la nueva apuesta de El Trece, Pol-ka, TNT y Cablevisión, se estrenará este miércoles en un marco de expectativa y curiosidad general. Julio Chávez encarnará a Prat, un bailarín de danza clásica dedicado a la docencia y hundido en el desasosiego. Hasta que el destino torcerá esa vida para siempre: tendrá que hacerse cargo de su pequeño nieto, y una joven le pedirá ayuda y rápidamente se convertirá en su alumna y protegida.

El trabajo de Chávez como docente de actores es conocido y reconocido. Por eso resulta casi ineludible relacionarlo con su papel en «El maestro». «Este proyecto me permitió volver a hacerme muchas preguntas. ¿Qué es formar? Yo digo que formar es una actividad que le compete al ser que se está formando. Mi aporte es colaborar a través del entrenamiento, brindar herramientas y un espacio de encuentro. En esa frontera común se asiste, se advierte, se duda, se escucha, se invita y mucho más. Pero sin trabajo y compromiso esa espacio común desaparece y la experiencia se torna fallida», reflexiona Chávez en diálogo con Tiempo.

El prestigioso actor y dramaturgo estudió danza para componer a Prat desde antes de firmar el contrato que certificaría su participación en la miniserie. «Son riesgos que decido tomar. De otra forma no me hubiera dado el tiempo», revela. Su obsesión por el trabajo es una característica que lo distingue. ¿Pero qué puede pasar si se cruza con colegas que no comparten ese compromiso? ¿Hay que aceptarlo como algo natural? «No me parece algo natural. Yo veo ahí un acto humano que tiene que ver con la ignorancia, la desidia y la falta de voluntad. Pueden ser múltiples factores. Tengo problemas con eso cuando esa persona articula un discurso que desde mi punto de vista es falso, mentiroso o careta. Cuando hablan como si estuvieran formados y no lo están. O cuando se jactan de ser autodidactas y parecen festejar la ignorancia. Son opiniones mías, no pretendo que todos las compartan.»

El maestro es una miniserie de 12 capítulos con guión de Romina Paula y Gonzalo Demaría, y dirección de Daniel Barone. El elenco también incluye a Inés Estévez (Paulina), Juan Leyrado (Mario, socio y amigo de Prat), y Carla Quevedo (Luisa, la joven bailarina), entre otros. Paulina es la otra pieza angular de la historia. La exesposa de Prat funciona como un catalizador de tensión y conflictividad que alimenta la trama. «El personaje de Inés está muy dolido –explica Chávez–. Su relación terminó hace muchos años, pero hay callos que no cicatrizaron y nunca van a cicatrizar. A veces ciertos problemas o conflictos se constituyen como identidades. Si el problema se resuelve, la identidad se diluye y si hay algo que no quieren ciertas identidades es diluirse. Con el personaje de Inés hay también una competencia, pero sobre todo una vieja historia de frustración, de maternidad y enojos, de disputas por las prioridades entre lo afectivo y la danza, de construcciones que se alimentan de realidades y supuestos. Los buenos personajes se construyen en base a lo que no entienden y creo que Paulina y Prat son buenos personajes.»

El estreno de El maestro será este miércoles en El Trece, pero también podrá verse el jueves en TNT y desde ese mismo día la temporada completa en Flow, la plataforma on demand de Cablevisión. Este abanico de opciones confirma la expansión de los nuevos modelos de negocios de la ficción hecha en la Argentina. ¿Los nuevos hábitos de consumo modifican las formas narrativas? ¿Hasta qué punto estos fenómenos preocupan a Chávez? «Todo esto está cambiando la organización del trabajo y la administración de las narrativas. Hay gente que verá el programa una vez por semana en El Trece y otra que quizás prefiera ver los doce capítulos de una panzada por on demand. Pero la narrativa seguirá siendo la narrativa. Quizás con diferentes trucos o nuevas formas de captar la atención, pero siempre se van a contar historias. La necesidad de ficción nunca va a terminar. Se generarán negocios diferentes, algunos adelantados construirán imperios y los actores deberemos trabajar para encontrar nuestro espacio de trabajo. Ese siempre es nuestro deber.» .«

Inés Estévez, la otra clave de la historia

Inés Estévez llega apurada y feliz. Pero sobre todo morocha: un requisito para Dolores, la película que está filmando junto a Lali Espósito, Leo Sbaraglia y Gael García Bernal. Después de los saludos del caso, el centro de su atención rápidamente se pasa a El maestro.

«Estoy contenta porque hago de mala –confiesa–. Con esta apariencia siempre me dan otro tipo de papeles. La excepción fue Mujeres asesinas, donde hice personajes fuertes. En las primeras charlas sobre la miniserie ya había un interés muy grande de todos para que Paulina fuera mala. Lo que pedí expresamente fue que tuviera una razón para actuar de esa manera. Que esa agresividad no viniera de la nada. Siempre detrás de esas actitudes hay un gran dolor. Afortunadamente me encontré con dos autores (Romina Paula y Gonzalo Demaría) que provienen del teatro y están acostumbrados a construir desde la profundidad.»

¿Cuándo?

“El maestro”. Estreno este miércoles a las 22:45 en El Trece. Jueves a las 22 en TNT. Desde el jueves los 12 capítulos disponibles en Flow.