La decisión de cancelar el pago de alrededor de 70 mil pensiones a discapacitados sigue sumando repudios. A medida que pasan las horas crece la indignación. La administración de Cambiemos, mientras tanto, intenta evitar que se profundice el costo político. No será fácil.Este jueves, la CTA de los Trabajadores que comanda Hugo Yasky se movilizó hasta el Obelisco para encabezar una protesta contra el recorte ejecutado por el ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Carolina Stanley.Y la movilización contó con una enorme adhesión.

Convocada para las 17, la protesta contó con la participación de otras organizaciones sociales y del sector autogestivo, como la Multisectorial contra el Ajuste, la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT), el Movimiento Territorial de Liberación (MTL) y la agrupación Mayo, entre otros espacios.

“El cercenamiento de las pensiones a ciudadanos y ciudadanas con discapacidad es la expresión brutal de una política de ajuste que no se detiene ante nada. Cientos de miles de argentinos están angustiados porque tienen hijos con discapacidad. De esas pensiones depende que puedan ir a la escuela, que tengan el transporte especial que necesitan, que cuenten con todo lo que requiere sostener la crianza, la educación y el afecto con un chico con discapacidad. Ni que hablar con los adultos con discapacidades. O de la situación de los ancianos”, subrayó Yasky en diálogo con Tiempo Argentino.

La polémica por la eliminación de las pensiones por discapacidad se potenció por la crudeza de algunos testimonios, por las historias que se conocieron en los últimos días.

El gobierno macrista no tardó en tomar nota de los efectos perjudiciales de esta medida. Y ayer dio marcha atrás en su decisión.

La movilización tuvocinco consignas centrales: “No a las suspensiones masivas de pensiones no contributivas; esta gestión ajusta y recorta, toma variable de ajuste a los que menos tienen; no a la violencia laboral; no a la violencia institucional; por la restitución de derechos, decimos basta”.

“Eliminar las pensiones de un golpe, como si fuera, apenas, arrojar lastre del presupuesto nacional, es algo indignante e imprevisto. Arrojan a la incertidumbre y a la angustia a miles de ciudadanos de la Argentina, porque esto impacta directamente a los padres y a las madres de los chicos que van a las escuelas especiales”, advirtió Yasky a Tiempo.