Misa, mate y camisas celestes. La segunda jornada del retiro que el Gabinete de Mauricio Macri desarrolla en Chapadmalal arrancó con una ceremonia religiosa en la capilla que da a la ruta 11 y que forma parte de la infraestructura del complejo turístico creado en los años 40 durante el mandato de Juan Domingo Perón.

Cerca de las ocho de la mañana, Macri, la vicepresidenta Gabriela Michetti, y los ministros Esteban Bullrich, Jorge Triaca y Carolina Stanley se trasladaron desde la residencia presidencial hasta la pequeña capilla lindera a una de las atracciones del complejo: el Museo Eva Perón, alma mater del Complejo. Luego del oficio religioso, presidente y funcionarios retornaron al quincho donde se desarrolló la primera ronda de exposiciones temáticas. Esta mañana fue el turno de infraestructura y economía. Expusieron, entre otros, el ministro de Energía José Aranguren, el coordinador del plan Sarmiento, José Cano, el ministro del interior, Rogelio Frigerio, y el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay. Los dos últimos -junto a la titular de Seguridad, Patricia Bullrich- formaron parte de la conferencia de prensa donde los funcionarios relataron la mañana.

“El presidente nos pidió que dejemos las invitaciones y nos enfoquemos en la gestión”, resumió Bullrich, antes de expresar una curiosa queja por la distribución de los bungalows: “Nos repartimos los nenes con los nenes y las nenas. A mi me tocó con (Carolina) Stanley y (Susana) Malcorra. En eso no cambiamos, me hubiese gustado algo más moderno” concluyó la ministra, provocando una mirada incómoda de sus compañeros de conferencia.

A tono con la formalidad del relato, Prat Gay contó que “se habló de profundizar la responsabilidad fiscal” y Frigerio destacó que la obra pública “ya empezó a moverse”.

Tras el contacto formal con la prensa, los ministros retornaron al área presidencial, un espacio cercado y con doble perímetro de seguridad. Protegidos por ese vallado, a salvo de testigos indiscretos, los funcionarios desarrollan el lado B de la cumbre: trazar el escenario electoral y salar las heridas con la que llegaron varios ministros luego de varias semanas de cruces públicos y rumores de despidos.

En ese aspecto, los más activos son los parlamentarios Emilio Monzó -protagonista del mes por sus críticas al Ejecutivo-, Federico Pinedo -presidente provisional del Senado- y Mario Negri, el radical que conduce el interbloque de diputados de Cambiemos. Negri fue, precisamente, el primero en expresar sus reclamos: se quejó del decreto que habilita a los familiares de los funcionarios a participar del blanqueo, una prerrogativa que quedó afuera de la ley luego de una intensa negociación protagonizada por el propio radical. “Nos hace ver que no cumplimos con nuestros acuerdos” se quejó Negri. Según trascendió desde el búnker presidencial, las explicaciones “técnicas” del Jefe de Gabinete, Marcos Peña, aún no mitigaron su fastidio.