Voto a voto y puerta a puerta. En la recta final, el oficialismo llevará adelante este fin de semana una jornada intensiva de recorridas en los barrios de la Provincia de Buenos Aires para convencer a los que no fueron a votar y reforzar la campaña del Sí, craneada por el consultor catalán Antoni Gutiérrez Rubí. Será la antesala del acto de cierre que iba a realizarse hoy y fue postergado para el jueves, último día de campaña electoral. Mientras las expectativas están puestas en territorio bonaerense y La Pampa, la remontada en el resto del país se presenta empinada. La polarización a fondo con el modelo que encarnó el macrismo es la estategia del oficialismo en los últimos días de campaña.

«Faltan 10 días para ir a votar. 10 días para decidir si la Argentina avanza o retrocede. Estas elecciones se definen con tu voto», reza la campaña en redes y medios que lanzó el Frente de Todos, tras anunciar la reprogramación del acto en Merlo que servirá como cierre y buscará mostrar una nueva foto de unidad de la coalición gobernante, tras la crisis post derrota de las PASO.

 El objetivo del gobierno es «polarizar al máximo» con Juntos por el Cambio en los días que quedan hasta el 14. Será en la calle y en las redes. El plan es intensificar la campaña casa por casa, que ya vienen realizando la militancia y los candidatos hace semanas, aunque con bajo perfil, para explicar a los que no fueron a votar por qué deberían  renovar el voto de confianza que habían puesto en 2019.

 Son 2 millones de electores los que en el conurbano no fueron a las urnas el 12 de septiembre y que en 2019 habían elegido al FdT. En la Primera Sección electoral, el nivel de concurrencia en las PASO fue del 68% y, en la Tercera, la única sección en la que ganó el FdT, hubo un promedio de participación del 69 por ciento, 10 puntos menos que en las elecciones del 11 de agosto de 2019. Por esto, el peronismo decidió reforzar la campaña en esas dos secciones, las de mayor volumen electoral.

 El perfil del votante que decidió quedarse en su casa, según el análisis minucioso del comando de Todos, es el de los barrios populares que votan hace años al peronismo. «No fueron a votar para no votarnos en contra», repiten en el oficialismo y también aclaran que en las recorridas barriales mucha gente les adelanta que «esta vez sí» concurrirá.

Aún así, el resultado es un misterio. ¿Podrán descontar los 356 mil votos de diferencia que obtuvieron Diego Santilli y Facundo Manes sobre la boleta que encabeza Victoria Tolosa Paz? Para el gobierno, la clave está en la cantidad de bonaerenses que vayan a las urnas.

 «En la Provincia se va a descontar diferencia seguro. Y vamos a gobernar hasta el 2023. La preocupación es si la gente va a acompañar nuestra gestión o no», sostuvo Teresa García, titular del Observatorio Político Electoral y candidata a senadora provincial en Radio Provincia. Y agregó: «La elección está en manos de la gente».

La Pampa, Santa Fe y Córdoba

Las provincias que renuevan senadores son ocho: Tucumán, Catamarca, Córdoba, Corrientes, La Pampa, Santa Fe, Mendoza y Chubut. La expectativa está puesta en La Pampa, donde a pesar de que su histórico dirigente, el exgobernador Carlos Verna, se dio vuelta y comenzó a jugar de manera abierta con Juntos por el Cambio, el peronismo tiene esperanza de ganar la elección.

En septiembre, el oficialismo perdió de manera inesperada por diez puntos, pero dirigentes pampeanos saben que las encuestas que ahora muestran un panorama similar, no dan cuenta de la realidad de los pueblos y ciudades más chicas, en donde esperan hacer la diferencia. El acuerdo con el sector ganadero que logró el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, también funcionó, según relatan fuentes pampeanas, lo que podría dar lugar a la inclusión en el Senado de María Luz “Luchy” Alonso, la dirigente de La Cámpora.

En Córdoba, el panorama para el oficialismo es más complejo. No hay expectativas de lograr que el FdT consiga una banca.

El gobierno nacional, a través del jefe de Gabinete, Juan Manzur, visitó este viernes las obras del ferrocarril metropolitano que conectará a la ciudad de Córdoba con poblaciones del Valle de Punilla. Y el Ministerio de Obras Públicas invirtió 68 mil millones de pesos para la ejecución de 671 obras y proyectos. Sin embargo, poco y nada reditúan estas medidas en el votante. Es que la estrategia oficial de acercarse a Juan Schiaretti, el único gobernador peronista que no integra el FdT, y unificar al peronismo cordobés, quedó en la nada y los votantes se dividen entre Hacemos por Córdoba (de Schiaretti) y JxC.

Según cuentan fuentes locales, la comunicación sobre la magnitud de la inversión pública nacional en esa provincia quedó trunca debido a la intervención del gobernador en los medios locales a fuerza de pauta.

En Santa Fe, la lista del gobernador Omar Perotti planea “una remontada de cinco puntos”. Allí también el golpe en las PASO fue inesperado. Perotti había implementado dos políticas públicas que intentaban frenar la caía del salario por inflación: la Billetera Santa Fe, que reintegra un 30% en alimentos, y el Boleto Educativo Gratuito para estudiantes, docentes y asistentes escolares de toda la provincia. La preocupación de los dirigentes locales aumenta al ver que barrios populares de la ciudad de Santa Fe, tradicionalmente peronistas, votaron a los candidatos radicales.

En la línea de plantear la puja de modelos, el presidente, en un acto en la tarde de este sábado 5 de noviembre del sindicato UPCN, dijo: “Le escucho decir (a Macri), mientras le arranca los micrófonos a los periodistas cuyas preguntas le incomodan, que él arregla en cinco minutos el problema de la deuda. Fue el mismo tiempo que necesitó para endeudarnos y generar un conflicto que va a durar generaciones y generaciones de argentinos”. «