La campaña porteña de Unión por la Patria profundiza su perfil territorial con la metodología que distingue a las fuerzas populares: actos abiertos en espacios públicos para charlar, encontrarse y escuchar la línea del candidato. Ayer Leandro Santoro habló en Parque Avellaneda, junto a la candidata a vice, la abogada defensora de las tierras públicas, Bárbara Rossen. Al atardecer, Santoro llamó a multiplicar las propuestas centradas en la calidad de vida de los y las vecinas de la Ciudad de Buenos Aires.

Desde el peronismo porteño saben que Santoro tiene posibilidades claras de representar gran parte del voto radical que estaba encapsulado en Juntos por el Cambio a través de la candidatura de Martín Lousteau, pero que no pertenecen de manera estática al senador vencido. Polarizar con un Macri encaja perfecto en el acervo alfonsinista que reivindica el candidato. En ese escenario, especulan que el primo del expresidente puede bajar seis puntos y UP subir ocho, y de esa manera llegar al balotaje.

Santoro caracterizó este sábado a la oposición como una «alianza entre los halcones del PRO y la derecha fanática de la Libertad Avanza que propone una nueva agenda, más reaccionaria, más injusta, más insensible y más mercantilista».

«Nos encontramos discutiendo lo elemental: si tiene o no tiene que ser pública la educación, si tiene o no que ser pública la salud, si el Estado tiene o no que cumplir un papel en la distribución del ingreso», agregó.

Por este motivo, Santoro explicó que desde Unión por la Ciudad se plantean propuestas focalizadas en «recuperar la educación pública, terminar con la falta de vacantes, ayudar a inquilinos e inquilinas para alquilar, lograr un modelo de expansión de la infraestructura urbana para que el subte llegue a todos los barrios y pensar en un programa de salud mental».

Por su parte, Rossen destacó que en octubre existirá la posibilidad «de terminar con los 16 años de macrismo para construir entre todos y todas una Ciudad más justa». «La Ciudad de Buenos Aires nos interpela todos los días, sobre todo cuando los pibes y las pibas no pueden acceder a un alquiler o cuando te matan en la calle por un celular», afirmó.

A su vez, Rossen aseguró que el Gobierno de la Ciudad «aprovecha las políticas públicas para hacer negocios privados y se olvidó de las demandas sociales». La candidata a vicejefa de Gobierno explicó que existen dos modelos, «el de la especulación inmobiliaria, que está provocando que la Ciudad sea cada día más desigual y más insegura, y el que proponemos nosotros en el que las necesidades de las personas son el centro de la toma de decisiones». «Necesitamos que la Ciudad deje de ser el plan de negocios de los amigos del poder para que los espacios públicos vuelvan a ser públicos y que el acceso a la vivienda sea posible», agregó.

También habló la candidata a diputada nacional, Paula Penacca, que reivindicó la candidatura de Sergio Massa, en consonancia con el acto que se estaba realizando en el norte del país, donde se juntó todo el peronismo. «Tenemos el desafío y la oportunidad de construir en la Argentina una nueva mayoría que se plante para defender los derechos conquistados y que vaya con decisión por más».

«De la mano de Sergio Massa vamos a defender un modelo de crecimiento económico con inclusión social para conseguir la estabilidad. Tenemos que volver a poner en el centro de nuestro proyecto político la redistribución, apoyándonos en los pilares del mercado interno, la industria y las exportaciones con valor agregado», afirmó Penacca, y aclaró que «para ir para adelante Argentina no tiene que volver para atrás ni dar un salto al vacío. Dolarizar, abrir el mercado y privatizar no va a llevarnos a buen puerto». «La nueva mayoría tiene que servir para recuperar nuestra soberanía plena, esa soberanía plena que no tenemos desde que Macri nos llevó al Fondo», concluyó.

Al igual que Sergio Massa a nivel nacional, Santoro tiene en la Ciudad la posibilidad de ingresar al balotaje como parte de una gesta difícil pero no imposible. Después del acomodamiento del espacio a nivel nacional que tuvo sede en Tucumán, se espera que el peronismo y cierta parte del radicalismo cultural alfonsinista puedan recuperar terreno y frenar a la dinastía de los Macri. «