A pesar de las innegables diferencias, desde el inicio del nuevo período de gestión de Horacio Rodríguez Larreta, todas las tribus que componen el Frente de Todos porteño supieron convivir en paz en territorio «enemigo». Con acciones conjuntas y trabajos en equipo en la Legislatura, sus principales figuras se mantuvieron cohesionadas con el claro objetivo de romper con la hegemonía PRO, que gobierna la Ciudad hace quince años. Sin embargo, y más allá de los intentos de no envalentonarse en el compás de la interna nacional, la tensa calma dio paso a la fricción.

La foto que a mediados de marzo protagonizaron Matías Lammens, Leandro Santoro, Claudia Neira y Graciana Peñafort fue, la gota de que rebalsó el vaso. Avalados por el vicejefe de gabinete nacional, Juan Manuel Olmos, las cuatro figuras de la CABA se reunieron para crear un espacio de trabajo conjunto en el que se pensarán soluciones concretas a las demandas que golpean a los porteños. Aunque fue pensada como una foto de unidad, en aquella mesa faltaron las sillas de La Cámpora, sintetizada en Mariano Recalde, y del sector de Víctor Santa María, quien mantiene una rivalidad pública contra Lammens.

“Nos enteramos por Twitter” afirman desde el seno de la agrupación kirchnerista. “Esta foto no sólo no estuvo consensuada sino que además nos dejaron de lado deliberadamente”, sostienen. Según fuentes de La Cámpora porteña, la razón de lo que califican como una “jugada a traición” tiene un motivo.

Lammens fue el candidato del FdT en 2019 para jefe de Gobierno porteño.
Foto: Eduardo Sarapura

Existen, en principio, dos posturas frente al posicionamiento que debería tomar el peronismo porteño de cara a las elecciones. Mientras el sector de La Cámpora -que abraza a los espacios de Elizabeth Gómez Alcorta y Daniel Catalano- espera cauteloso la decisión que tome Cristina Fernández para el armado nacional. En la otra esquina, Lammens, Santoro y Olmos quieren avanzar sin esperar a que se solucionen las internas presidenciales. “Algunos compañeros piensan a la Ciudad como un bastión para sumar votos a nivel nacional. Nosotros queremos que el Frente de Todos de CABA tenga fuerza propia, más allá de los otros arreglos y sin circunscribirnos a ningún espacio concreto”, sintetiza uno de los armadores del ministro de Turismo.

Desde el sector de Recalde catalogan a esta mesa como un espacio 100% albertista. “No sólo está Santoro, que votó a favor del acuerdo con el FMI sino que además está integrada por gente del vicejefe de gabinete del presidente. Si tiene patas, cola y ladra, no hay dudas de que es un perro”, sostiene una de las principales figuras que componen el peronismo capitalino. “

Además catalogan al encuentro de los cuatro funcionarios como “la mesa del truco”, al tiempo en que afirman que parecería que buscaban “cogobernar con Horacio Rodríguez Larreta” en la Ciudad y no ser una “fuerza de choque”, como se definieron ante este diario figuras de La Cámpora y el cristinismo porteño.

Desde el camporismo admiten que se hace difícil pensar en concretar una estrategia conjunta y evitar ir con dos listas en una ciudad cada vez más antiperonista. Y no descartan la posibilidad de acordar una mesa de diálogo que deje de lado todo el agua que pasó bajo el puente. “Como líder del PJ en CABA, Mariano va a tomar la mejor decisión para el espacio”, afirma a Tiempo su círculo, mientras recalcan que así mismo lo hizo en 2019, cuando el expresidente de Aerolíneas Argentinas bajó su candidatura a jefe de gobierno para cederle el espacio al ahora ministro.

El próximo martes se presentará el libro “Una ciudad para pocos”, en el que integrantes de todas las corrientes del FdT plasmaron un balance de los años macristas en la urbe. Con las invitaciones ya entregadas, restará conocer quiénes serán los asistentes al evento para poder capturar -o no- la foto de la unidad.