Finalmente, a doce días del asesinato por la espalda de Rafael Nahuel por parte del grupo Albatros de Prefectura, el juez Gustavo Villanueva realizó una inspección presencial el jueves desde el mediodía. La tarea llevada a cabo en el sitio – a unos 35 kilómetros de Bariloche– despejaría las versiones que se fueron tejiendo alrededor del caso y que afirmaban que la represión de Prefectura se debió a un ataque previo realizado por los grupos mapuches.

De la inspección participaron además de funcionarios judiciales, peritos de la Policía Federal, miembros de la familia Nahuel, representantes de la querella, APDH Bariloche, entre otros. Más de 40 personas. 

El operativo montado fue de grandes proporciones e incluyó al grupo GEOF, División antitumulto, Policía Científica, animales de la división explosivos. El tránsito en la Ruta nacional 40 se extendió desde 12 kilómetros al norte de la comunidad hasta 60 kilómetros al sur entre las 9 y las 14 hs. Sin embargo el recorrido terminó a las 21:30 cuando el juez y la comitiva abandonaron el lugar.

Matias Schraer, abogado de la defensa y perteneciente a la AAADI, fue parte de la comitiva que participó del peritaje realizado en Villa Mascardi e informó sobre lo que se encontró y lo que no: “Lo que no se encontró: las barricadas, las ramas rotas por el uso de armamento de grueso calibre, ninguna evidencia de utilización de armas que no sean las que manejan las fuerzas de seguridad. Todo esto es lo que figura como ‘probado’ en el informe del Ministerio de Seguridad publicado luego de los hechos.” Por esto destaca que el informe mencionado “se cae”.

Luego, Schraer cuenta “lo que sí se encontró: algunas postas de goma anti tumulto y muuuuchas (sic) vainas de 9 mm que son las que utilizo el grupo Albatros que mato a Rafael e hirió a otras dos personas.”

Un dato interesante que aporta Schraer es que “todas las evidencia halladas fueron encontradas a unos 1000 mts de la entrada del predio y no a 400 como sostiene el informe de ‘Pato’ Bulrrich, lo que evidencia que los Albatros no estaban patrullando sino que salieron de cacería”. Sus dichos coinciden con los de la abogada de la familia, Julieta Wallace, quien precisó que a unos 800 metros se recolectaron balas y rastros de postas antimulto, y recién unos 200 metros más arriba se halló la primera vaina de posta de plomo. La abogada detalló que “había más de 30 vainas y casquillos tirados”.

Todas las evidencias recolectadas aún deben ser periciadas para determinar fehacientemente su procedencia, es decir, si las vainas y casquillos pertenecía a las armas del grupo Albatros secuestradas el primer día por el juez Villanueva. Además, y fundamentalmente, el juez debe determinar si hubo un enfrentamiento con disparos ocasionados por integrantes de la comunidad mapuche, como se indica en el informe del Ministerio de Seguridad, o si se trató de un ataque de la fuerza de seguridad.

Nota y fotos de Revista Cítrica