Agendas paralelas. El presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández conviven separados en lo más alto del poder institucional y llevan adelante sus políticas sin diálogo, pero sin pausa. La agenda del presidente transcurrió entre gobernadores, CGT y empresarios por la inflación y los homenajes por los 40 años de Malvinas. No pronunció palabra sobre el proyecto de ley que presentó su espacio político en el Senado para pagarle al FMI con la recuperación de dinero fugado.

Esta semana tampoco hubo pronunciamiento formal de ningún alto funcionario del Ejecutivo sobre el proyecto. Solo un tuit de la portavoz Gabriela Cerruti que comunicó el visto bueno a la iniciativa, y un posterior retuit presidencial.

La jugada de la vicepresidenta incluyó el involucramiento de Estados Unidos, principal socio del FMI, en la iniciativa que busca recuperar los fondos fugados para pagarle a ese organismo. Es que, según una fuente que participó de la redacción de los dos textos, al comparar la legislación de control de evasión con los países centrales, Argentina tiene la particularidad de contar con la combinación del secreto bancario –elemento estructural de la Ley de Entidades Financieras sancionada por la dictadura cívico-militar– y leyes que permitieron la fuga durante el gobierno de Mauricio Macri.

El encuentro con el embajador estadounidense en Argentina, Marc Stanley, se enmarca también en que Estados Unidos cuenta con legislación contundente a la hora de perseguir la fuga de activos. De hecho, es un país deudor, todos sus activos están dentro del sistema bancario, mientras que Argentina, tal como lo dijo Cristina Fernández en diciembre frente a la Plaza de Mayo, es un país acreedor, ya que los ahorros de los argentinos, según marca la cuenta P2 que analiza la balanza de activos, muestra que están fuera del sistema bancario nacional.

Si bien en el país ya hay legislación que sanciona el lavado y la evasión, la iniciativa del oficialismo en el Senado incluye la particularidad de señalar cuál será el fin de esa posible recaudación: pagarle al Fondo, una forma de unir a los evasores con el tamaño de la deuda.

Esta misma semana, Stanley se reunió con el ministro Martín Guzmán, pero según comunicaron, no hablaron de esta iniciativa legislativa, sino sobre “el campo de la energía”. Al mismo tiempo, el presidente Fernández recibió en Casa Rosada al embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Argüello, quien precisó que junto con el presidente repasaron “las consecuencias de la decisión del board del FMI en relación al acuerdo con el organismo». Nada dijo sobre el encuentro de su par estadounidense con la vicepresidenta. Es que además de ocupar la embajada argentina en Washington, Argüello lleva adelante la coordinación con los espacios multilaterales de crédito y políticos (FMI, Banco Mundial, BID, OEA, ONU), además del G20.

En tanto, en el Senado, la iniciativa presentada en dos proyectos que tienen como objetivo salir a buscar fondos fugados, en especial aquellos que se produjeron durante la bicicleta financiera entre 2016 y 2018, logró sumar el respaldo de 22 senadores más. El entrerriano Edgardo Kueider, el correntino Carlos «Camau» Espínola y el jujeño Guillermo Snopek no sumaron sus rúbricas, pero adelantaron que presentarán proyectos similares con algunos cambios que –según dijeron fuentes kirchernistas– serán tenidos en cuenta, por lo que se advierte que sus votos terminarán sumando el día de la votación en el recinto. Kueider aseguró en sus redes sociales que «quienes poseen bienes no declarados en el exterior deben aportar al fisco tal como lo hacemos el resto de los argentinos» y agregó que realizó algunos aportes con el objetivo de «lograr una mayor efectividad e impacto real de la iniciativa». En la Cámara Alta el oficialismo suele contar con dos aliados, uno es el senador Alberto Weretilneck y la otra es la senadora Magdalena Solari Quintana. Fuentes oficiales no descartan sumar a otros senadores.

Por lo pronto, este martes empieza el debate de los proyectos en un plenario de comisiones de Presupuesto y Hacienda y Legislación General que se terminó de conformar recién este jueves, y cuya titularidad terminó en manos del pampeano Daniel Bensusán del Frente de Todos. Según pudo saber Tiempo, esta iniciativa es prioridad dentro de la Cámara Alta.

Por lo pronto, en la Cámara Baja, los diputados Carlos Heller e Itai Hagman ya se pronunciaron a favor. Se descuenta el apoyo de los 41 diputados que votaron en contra o se abstuvieron frente al proyecto del acuerdo con el FMI. De hecho, esta semana los diputados de extracción sindical presentaron un proyecto para extender el aporte solidario de las grandes fortunas que iba a ser por única vez. Tiempo pudo saber que por ahora no hay contactos entre las autoridades del Senado y la presidencia del bloque oficialista en Diputados para acordar tiempos y estrategias. Por ahora, falta jugar el primer tiempo. «