Polka, la productora de cine y TV fundada por Adrián Suar y Fernando Blanco que llevó a la pantalla títulos de enorme repercusión como Poliladron, Verdad consecuencia, Gasoleros o Campeones de la vida, entre decenas de recordadas tiras, unitarios y miniseries, deja de funcionar a 30 años de su creación. Pese a que fuentes de la productora desmintieron un cierre formal de la empresa, sí reconocieron que no tiene proyectos para este año ni para 2025 y que, por lo tanto, no habrá trabajo para la mayor parte de sus 120 empleados.

Julio Chávez como El Tigre Verón, una de las últimas tiras exitosas de Polka.

Ya en 2020 el Sindicato Argentino de Televisión (SATSAID) había alertado sobre la manera arbitraria y unilateral en que la productora había resuelto pagar sueldos en cuotas. Desde entonces, nada fue en mejoría para los trabajadores, que vieron como el conflicto se hacía más evidente y su fuente de trabajo se debilitaba, al mismo tiempo que las autoridades de la productora avanzaban con un plan sistemático de vaciamiento.

Actualmnte, en la práctica, Polka conservará sus estudios de Don Torcuato para alquilar. De hecho, allí se graba actualmente el programa de entretenimientos de El Trece conducido por Darío Barassi, Ahora caigo. La crisis de la productora, cuyo paquete accionario pertenece en más del 96 por ciento al Grupo Clarín, alcanza hoy punto álgido, en parte como consecuencia de varios años de bajos ratings y el cambio en los hábitos de consumo televisivos y la transformación de la industria con el ingreso de las plataformas.

Estrenada el invierno pasado por El Trece, la ficción juvenil Buenos Chicos terminará en marzo de este año.



Los ’90 y un cambio de paradigma


Polka revolucionó la pantalla chica a mediados de los ‘90, con tiras que combinaban el costumbrismo con géneros como el drama, la acción o el romance; impuso el rodaje en locaciones reales en lugar de hacerlo en acartonados decorados, revalorizó a la pantalla chica en términos de star system y generó verdaderos fenómenos populares que se extendieron al ámbito musical y teatral, como fue el caso de la recordada Son amores.

En sus primeros años fue sinónimo de vanguardia, acompañada por altísimos ratings e innumerables premios, y marcó la pauta de un nuevo modo de hacer TV, que luego seguirían otros, como Underground de Sebastián Ortega, entre otros. En la última década, y aunque pueden mencionarse varios proyectos que funcionaron bien como El Tigre Verón o Argentina, tierra de amor y venganza (ATAV), la productora tuvo dificultades para sostener su ciclo virtuoso. Las últimas ficciones que salieron al aire por El Trece fueron ATAV 2 y la tira juvenil Buenos chicos, que sigue al aire hasta marzo, ambas con bajos niveles de audiencia.