Primero llamó la atención el caso de Rodrigo Aliendro. Entre finales de junio y comienzos de julio, cuando un inestable River quedó eliminado de la Copa Libertadores ante Vélez, el ex Colón se mostró como un aporte de frescura para el equipo de Marcelo Gallardo. Entonces, al hurgar en su historia, muchos descubrieron que Aliendro había jugado en Ituzaingó en la temporada 2013-2014, cuando el León del Oeste bajó de la C a la D.

Ahora son días de explosión de Andrés Vombergar en San Lorenzo: llegado hace un mes desde el exterior, marcó anoche el gol del triunfo en el clásico ante Racing y llegó a su tercer tanto en sólo 161 minutos, lo que le da un excelente promedio de un festejo cada 51 minutos. Y, otra vez, muchos recordaron que el delantero jugó también en Ituzaingó, primero en la C y luego en la D. ¿Llegaron a jugar juntos Aliendro y Vombergar? Sí, compartieron 23 minutos.

El dato lo confirma Ignacio Etchart, jefe de prensa de Ituzaingó, actualmente de buena campaña en la Primera B y cuna de futbolistas o técnicos (Ricardo Zielinski o Diego Martínez) que luego tendrían un nombre propio en Primera División.

«Jugaron 23 minutos juntos en el partido de la anteúltima fecha de la Primera C, de la temporada 2013/2014, contra Justo José de Urquiza. Aliendro fue titular y Vombergar entró entró a los 22 minutos del segundo tiempo por Jonathan Recchia», dice Etchart.

Ituzaingó venció 1-0 ese partido, jugado el 16 de mayo de 2014, con gol del propio Recchia, y volvería a ganar 1-0 en la última fecha, contra Talleres en Remedios Escalada, otra vez con Aliendro desde el arranque, pero esta vez sin el aporte de Vombergar, en el banco de suplentes. Sin embargo, el Verde del Oeste descendería a la Primera D: el equipo que se salvó fue Luján, que venció 1-0 a Cambaceres.

«Aliendro estaba a préstamo de Chacarita, y volvió a ese club al terminar la temporada. Vombergar sí se quedó en la D en Ituzaingó en el torneo siguiente», agrega Etchart.

Mientras Aliendro (31 años) pasaría de Chacarita a Atlético Tucumán, luego a Colón y finalmente a River, el paso de Vombergar (27) estuvo más lejos del radar del futbolero argentino: nunca había jugado en la Primera División de nuestro país hasta que debutó en San Lorenzo el 30 de julio, con un gol ante Argentinos. De Ituzaingó pasó a Fénix, luego recaló en Los Andes y entonces emigró a Eslovenia, la patria de sus abuelos: jugó en el Olympija de Ljubljana, la capital del país, y llegó a debutar en la selección eslovena. Tras un breve paso por Rusia, su último equipo fue Atlético San Luis, en México.

Foto: Juan Mabromata / AFP

Futbolistas que hayan jugado en la D y luego hayan llegado a la A hay muchos más de lo que se cree: la última categoría es un semillero inesperado. Víctor Zapata se formó en Juventud Unida y llegó a River y la selección, Cristian «Pochi» Chávez debutó en Atlas y luego jugó en Boca y también la selección, Silvano Maciel arrancó en Lamadrid y luego convirtió goles para San Lorenzo y Estudiantes, Héctor Yazalde la rompió en Piraña en la D y después fue figura en Independiente y el Sporting Lisboa (también jugó el Mundial 74).

Otros casos poco recordados son los del panameño Julio César Dely Valdez, de Deportivo Paraguayo entre 1987 y 1989, y goleador de Paris Saint Germain, Cagliari, Málaga, Oviedo y Nacional de Montevideo después. El hoy conductor televisivo y radial Diego Díaz se formó en Riestra, también en la D, y luego jugó en Platense y San Lorenzo.

En la actualidad, sin contar a Vombergar, están los ejemplos de Jonathan Herrera (surgió en Centro Español y, tras pasar por San Lorenzo e Independiente, está en Patronato), de Ramiro Luna (de Alem a Arsenal) y de Alejandro Martínez (de Atlas a Central Córdoba). Hasta hace poco, además, Luciano Pons hacía goles en Banfield tras haberse formado en Argentino de Rosario.

Pero el caso compartido entre Aliendro (que, es cierto, perdió la titularidad que había ganado en muy poco tiempo, pero no deja de ingresar en todos los partidos de River, como una variante recurrente para Gallardo) y Vombergar, aunque haya sido en la Primera C (en un equipo que se iba a la D), es realmente atípico. San Lorenzo y River se enfrentarán en el Nuevo Gasómetro el 18 de septiembre: el abrazo entre ambos será inevitable. Mientras Ituzaingó encadena un buen presente y pelea para volver al Nacional B después de 30 años, ellos ya llegaron a la A, y a su modo empiezan a ser una solución para los equipos grandes. El ascenso siempre reivindica.