“La muerte no es el único final trágico”, declaró en una entrevista a la revista Variety Rhea Seehorn sobre el destino de Kim Wexler, la brillante abogada que encarna en Better Call Saul. La serie está a sólo seis episodios de cerrar su fascinante historia y de todos los hilos dramáticos que los seguidores esperan hilvanar con los hechos que se develan en Breaking Bad, el futuro de Kim es uno de los que mayor expectativa genera. Luego de dar esa pista, Seehorn aclaró que ni siquiera su pareja ni las personas más cercanas a ella conocen la respuesta.

El personaje de la esposa, colega, confidente y cómplice del taimado Saul Goodman fue desplegando, a través del guión creado por Vince Gillan y Peter Gould, una complejidad que la transformó en una pieza clave dentro del febril derrotero del abogado más ambiguo y carismático de la ficción actual. Ahora el misterio sobre lo que le espera está planteado: ¿acaso Kim se muere, la matan, es víctima de otra de las (casi) imperdonables trampas de su marido?

“Aquí hay un personaje que nunca fue mencionado o aludido en Breaking Bad y que, sin embargo, se ha convertido en el foco de tanto amor y preocupación», agrega Peter Gould en el mismo artículo. “Es el mayor cumplido del mundo, porque demuestra que hemos logrado lo que nos propusimos, que era hacer un programa que pudiera sostenerse por sí solo. Y Rhea tuvo mucho que ver con eso. Creo que es como un homenaje que la gente esté tan preocupada por ella”.

Gould confiesa que al principio, el personaje que imaginaron con Gilligan ni siquiera tenía un nombre definido. Partiendo de esa base, Seehorn logró hacer que Kim creciera para lograr cada vez más protagonismo. La actriz se concentró y trató de profundizar lo más que pudo en el papel que estaba encarando. “Cuando fui a grabar el piloto, pensé que el personaje tenía un padre alcohólico”, cuenta sobre lo que imaginó acerca de la vida Kim Wexler. “Nunca les dije, y nunca hablamos de eso. Y luego, en ese flashback de la temporada 5, ves a mi madre, y ella es alcohólica”, dice en referencia a ese dato tan importante para vislumbrar ciertas motivaciones de la mujer y mano derecha de Saul Goodman.

Seehorn logró cambiar tanto la expectativa que se tenía acerca de su papel, y su compromiso con la serie fue tal, que incluso dirigió algunos capítulos. Better Call Saul es un proyecto que, si bien no es el primero de su carrera, la marcó definitivamente. Al punto de que con Bob Odenkirk (el actor detrás de Saul Goodman) y Patrick Fabian (quien interpreta al inefable Howard Hamlin) se hicieron verdaderos amigos y hasta convivieron en una misma casa en Alburquerque (la ciudad donde transcurre Better Call Saul), comprada por el primero para estar más a gusto durante las largas semanas de rodaje. Allí pasaron horas discutiendo y ensayando sus guiones, además de -por supuesto- divertirse. Es más: Seehorn y Fabian dieron los primeros auxilios a Odenkirk cuando en julio del año pasado el actor sufrió un infarto, motivo por el cual las grabaciones de la última temporada debieron suspenderse temporalmente.

Mientras evalúa proyectos futuros (alguno, incluso, podría unirla nuevamente con Odenkirk, que también es un reconocido guionista) y persiste en sembrar hasta lo último un halo de misterio por el destino de Kim Wexler, Rhea Seehorn comparte otras singularidades de ese rol tan significativo para su carrera: «Tengo que quedarme muy quieta cuando interpreto a Kim. Porque yo no soy una persona tranquila y lo expreso todo en mi cara. Pero ella es inescrutable. Me encantaría tener su habilidad de no llenar silencios, de sólo observar a la gente. No soy tan fuerte, o ni siquiera tan segura como ella”.