Este jueves, un grupo de personas de las casi 22 mil familias que no consiguieron vacantes en la educación pública, cuestionó a la titular del ministerio de educación de la ciudad, en un encuentro realizado en el barrio de caballito.

Bajo la consigna “Hablemos de Educación en tu Barrio”, la ministra de Educación porteña Soledad Acuña mantuvo una reunión con vecinas y vecinos de Caballito para intercambiar ideas sobre las diferentes problemáticas que aquejan a la educación.

El encuentro se realizó en el Instituto Marianista, un colegio privado Católico Apostólico Romano que se encuentra en la zona desde el año 1938, en Av. Rivadavia al 5600. La ministra estaba rodeada de seguridad privada brindada por el propio establecimiento, promotoras con remeras impresas con la frase “Participación Ciudadana”, y jóvenes que vestían chombas del Gobierno de la Ciudad. Para hacer más amena la tarde, había sandwichitos de miga, comida saludable y diferentes bebidas que enmarcaban lo que sería una jornada sin sobresaltos para Soledad Acuña.

Los primeros minutos se desarrollaron con tranquilidad, mediante distintas cuestiones que proponían los vecinos de la primera fila, sin animosidad con la gestión de la ministra. “¿Se van a recuperar los días de clases perdidos por los paros?”, fue una de las preguntas, las dietas alimentarias de los colegios de doble jornada otros de los temas, e interrogantes orientados a carencias de las infraestructuras edilicias y el aumento paritario docente.

Todo se desarrollaba con total normalidad hasta que una damnificada por la falta de vacantes increpó directamente a la funcionario: “Hay una mala interpretación del artículo 24 de la Constitución de la Ciudad por parte suya, cuando es una responsabilidad indelegable del gobierno de garantizarnos la educación pública y gratuita“, dijo Marcela Alarcón, integrante del colectivo de familias La Vacante Es Un Derecho (LVED), respondiéndole a la ministra, que previamente señaló que ellos están obligados a dar vacantes a partir de los 4 años de edad.

Acuña se vio sorprendida por la intervención, una pregunta fuera del libreto. La ministra no encontró otra salida y dijo que le parece una falta de respeto que le haya levantado el tono de voz.

Valeria Álvarez, otra mamá de un niño de 3 años que integra este colectivo de familias, subrayó: “Lo que nos parece una falta de respeto es todo lo que hemos tenido que pasar desde noviembre, cuando nos dijeron que nuestros hijos estaban en lista de espera”, y agregó: “Creemos que las formas no son una falta de respeto si una levanta el tono o no, sino la falta de respeto está en vulnerar los derechos de nuestros hijos”.

A menos de 20 minutos de haber comenzado el encuentro, Acuña se vió rodeada de interpelaciones que no supo responder.

Mercedes Gilardenghi, tía de Enzo, de 2 años de edad, quién aún no tiene su vacante, se dirigió a la ministra y fue terminante: “No queremos que nos ofrezcan una vacante en los Centros de Primera Infancia (CPI), porque estos abren la brecha de la desigualdad porque son ONG´s a los cuales el estado les provee dinero pero no están incluidos en la cartera de educación (…) nosotros queremos una vacante para el jardín que es nuestro derecho”. En el mismo sentido, Gilardenghi exigió a la ministra saber “por qué se sub ejecutó el presupuesto educativo el año pasado, cuántas salas de 1 y 2 años se están construyendo, que son las de mayor cantidad de faltantes”.

De la jornada, también participaron otras organizaciones que luchan por la construcción de colegios en CABA, como Vacantes Para Todos en la Educación Pública. Uno de sus integrantes, Jerónimo Prieto, alertó: “El colegio que necesitamos en el barrio (conocido como Santa Rosa) usted dijo básicamente que es caro y la educación nunca es cara”, replicó y agregó: “Sé que en el sur de la Ciudad de Bs As, una de las más afectadas por la falta de vacantes, están haciendo la villa olímpica, pasé y hay un cartel que dice que la obra es por 94 millones de pesos. La verdad no sé cómo manejan los costos”.

Una vez finalizada la jornada, Elizabeth Cancino, otra mamá que aún no consiguió vacante para su hijo de 3 años, manifestó: “Este fue el primer cara a cara que tuvimos con la ministra, porque nunca nos quiso recibir y siempre ignoró nuestro reclamo”.

El encuentro, que estaba programado de 18 a 21 horas terminó a las 20, ya que, según los organizadores, habían excedido el horario del lugar. Al retirarse del instituto Marianista, Soledad Acuña, fue nuevamente increpada por docentes y padres sin vacantes, a los que no se les dio la palabra durante el encuentro.