Más de una veintena de diferentes barrios de la Ciudad de Buenos Aires reclaman desde hace años que la administración de Rodríguez Larreta detenga la edificación masiva de torres en distintos puntos de la Ciudad. En los últimos días, Colegiales presentó formalmente su propio proyecto de Ley en la Legislatura para modificar el Código Urbanístico. En junio pasado, Tiempo publicó el relevamiento realizado por especialistas y vecinas y vecinos que integran Colegiales Participa y Decide, donde denunciaron que en 70 manzanas de Colegiales hay 40 nuevas obras, más de 50 locales gastronómicos y 6 lotes en demolición. Entre los barrios que exigen la modificación del código urbanístico se encuentran Chacarita, Palermo, Villa Ortúzar, Villa Crespo y Villa Del Parque. El objetivo de todos los proyectos presentados es limitar las alturas y capacidades constructivas en la zona.

Las y los vecinos de Colegiales subrayan que no están en contra del desarrollo inmobiliario, pero tiene que ser para mejorar la calidad de vida de los habitantes y no para empeorarla.  Aseguran que en menos de dos años, el barrio se transformó en otra cosa. En poco tiempo, las 230 hectáreas que lo componen sufrieron cambios significativos ante el avance descontrolado de la construcción de nuevos edificios, la instalación de bares, restaurantes y polos gastronómicos y la demolición de lotes que avanza cada día. En estos años de lucha, las y los vecinos de Colegiales, además, sufrieron el hostigamiento y la denuncia penal de una constructora privada.

El proyecto de Colegiales busca poner coto a la normativa porteña, haciendo foco en dos sectores del barrio: un polígono delimitado por las avenidas Cramer, Federico Lacroze, Álvarez Thomas y Elcano, y otro comprendido por el polígono conocido como «Estación Colegiales». Este último incluye el playón ferroviario que rodea a la estación del Ferrocarril Mitre. Además propone desafectar de las catalogaciones actuales a zonas comprendidas dentro de ambos polígonos, para afectarlas a nuevos parámetros con restricciones de construcción concretas con planos límites de 13,5 metros de altura. Además, prevé recuperar el coeficiente del Factor de Ocupación Total (FOT), eliminado por el Código actual, que permitía calcular la capacidad constructiva de un terreno en función de su superficie. Desde Colegiales Participa y Decide, aseguran a este medio que, el código urbanístico de Larreta «aumentó los índices de constructibilidad entre un 303 y un 422 por ciento» dentro del barrio.

Foto: Gentileza COLEGIALES PARTICIPA Y DECIDE

“Todo esto lo que está haciendo es cambiar un barrio tranquilo y netamente residencial por un monstruo de cemento que nos va a tapar, por la sobrepoblación, por problemas que ya empiezan a generarse como la depresión de agua en algunas manzanas y la falta de espacio para estacionamiento, por ejemplo”, destacó en su momento a este medio Santiago Sobral, vecino de Colegiales. La edificación descontrolada de edificios, habilitada en el código urbanístico de Larreta, eliminó los pulmones de manzana en las esquinas del barrio y redujo a la mitad los del centro de manzana, esto provocó la desaparición del terreno absorbente.

Es urgente dar marcha atrás con el código urbanístico

Las y los vecinos del barrio, junto a especialistas y expertos, desplegaron un gran operativo por Colegiales, para relevar el avance de las nuevas obras, la demolición de casas y antiguas viviendas y la ocupación del espacio público que realizan los locales gastronómicos. Comenzaron sobre el polígono delimitado por las calles Lacroze, Álvarez Thomás, El Cano y Cramer. En apenas 70 manzanas detectaron más de 40 obras nuevas, 18 lotes en venta o vendidos, más de 50 locales gastronómicos ya instalados y 5 o 6 lotes más que ya están en demolición.

A esto se suman las grandes obras que están pendientes o algunas que ya iniciaron. Entre ellas se encuentran la del Playón de Colegiales que de concretarse sumarían 80 mil metros cuadrados de superficie edificable. Pero también está el proyecto del Dorrego que ya está aprobado y que sumaría 65 mil metros cuadrados más de edificación, y otro gran predio que es el lote del Carrefour que se cerró hace pocos meses.