La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, dijo este miércoles que el sistema educativo «tiene que marcar límites» y consideró que «ninguna situación en democracia justifica cerrar una escuela», en respuesta a las tomas de once colegios de la ciudad de Buenos Aires por parte de estudiantes en reclamo de viandas de calidad nutricional, mejor infraestructura edilicia y contra las prácticas laborales en empresas.

«La escuela tiene que marcar límites», afirmó Acuña y reiteró los intentos del Gobierno porteño de delegar la responsabilidad del conflicto educativo en el Frente de Todos, al señalar que las tomas en los colegios secundarios comenzaron en «tres escuelas con raíz de base kirchnerista».

En declaraciones a Radio Colonia, la funcionaria agregó que la cartera que conduce está «aplicando el procedimiento» vigente, que implica «que las autoridades de la escuela tienen que tener no solamente control de lo que pasa a nivel patrimonial, sino también a nivel de la seguridad de los chicos y alertar a las familias».

Y precisó: «Cuando hay una situación concreta de toma, aquellas familias que deciden acompañar, apoyar y manifestarse a favor de la actitud de sus hijos y no quieren retirarlos de las escuelas, son ellos los responsables de lo que suceda tanto en la seguridad de los chicos como en el patrimonio».

Consultada sobre la legitimidad del reclamo estudiantil, Acuña remarcó: «No creemos que ninguna situación en democracia justifique cerrar una escuela y perdamos el derecho a la educación».

«Las demandas que están haciendo son muy dispersas; no hay ninguna que haya sucedido en esta semana que haya disparado una situación», continuó.

Respecto al reclamo por mejoras en la calidad de las viandas, explicó que «en las escuelas secundarias, aquellos chicos en situación de vulnerabilidad pueden solicitar un refuerzo nutricional que no es lo mismo que una comida».

«Las escuelas secundarias son de jornada simple, no tiene comedor como sí tienen las escuelas primarias», precisó y reconoció que «ninguna de las viandas reemplaza el almuerzo ni otra comida».

Dijo que las viandas consisten en «un sándwich más una fruta» y señaló que «en todas las escuelas, aquellos que pidieron la beca y cumplen con los requisitos lo tienen».

Sobre las denuncias presentadas por las autoridades porteñas contra padres y madres de estudiantes que están en las tomas, Acuña manifestó que «si la Justicia lo toma en serio, termina siendo un límite a esta situación en la que nada tiene consecuencias».

Y recordó como antecedente cuando se sucedieron diversas amenazas de bomba en distintas escuelas porteñas: «Tenemos el caso de madres y padres que han tenido que pagar una multa alta por el costo en el que incurrió el Estado por la broma de sus hijos».

Ayer, Acuña anunció que reclamará a las familias de los estudiantes de la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas «Mariano Acosta» involucrados en la toma del establecimiento el pago del «costo laboral de salarios del personal docente» durante la vigencia de la medida de protesta, equivalente a $1,5 millón diario.