El domingo, Gerardo Morales quedó a menos de dos puntos porcentuales de perder el senador de la minoría en manos de Unión por la Patria (UP) detrás de Javier Milei, que fue cómodo primero en Jujuy. Horas después de la derrota legislativa, la policía provincial reprimió y desalojó la permanencia pacífica de las comunidades indígenas en Purmamarca. Les destrozaron todas sus pertenencias y después salieron a informar que habían encontrado entre los objetos desde bombas molotov hasta «lanzas con punta de cuchillo».

Las y los integrantes del Tercer Malón de la Paz realizaban una permanencia pacífica desde hacía casi dos meses en el cruce de las rutas nacionales 9 y 52 en la localidad jujeña de Purmamarca, en protesta contra la reforma constitucional exprés impulsada por el gobernador. Hasta que en las últimas horas fueron desalojados por efectivos de la Policía provincial «sin una orden judicial», según denunciaron los manifestantes.

«En dos minutos bajaron los policías junto con gente de (Gerardo) Morales, una patota que empezó a romper todo sin ninguna orden de allanamiento. Rompieron lo que había y lo cargaron a un camión», afirmó el docente Luis Valdiviezo.

A raíz de esa represión, en la Ciudad de Buenos Aires, un grupo de integrantes del Tercer Malón de la Paz se hizo presente en uno de los ingresos del Congreso Nacional, sobre la avenida Rivadavia, para reclamar una «solución institucional» para la provincia de Jujuy.

Destruyeron sitios sagrados

El operativo realizado por efectivos de la Infantería en el cruce de las rutas 9 y 52, en Purmamarca, comenzó a las 6 de la mañana de este lunes, horas después de las PASO.

Los efectivos destruyeron la carpa blanca que había sido instalada por los manifestantes pero también sitios sagrados que estaban al costado de la ruta.

«Se ubicaron estratégicamente, había policías de civil y empezaron a romper sin que se presentara ningún oficial a cargo. Se llevaron todas nuestras pertenencias», expresó Valdiviezo. Y agregó: «Esa es la paz social que tanto pregona el gobernador (Gerardo) Morales. Vamos a seguir en la lucha, no nos vamos a callar».

El desalojo se llevó a cabo en momentos en que «no se realizaba ningún corte de ruta» en el cruce de Purmamarca ya que estaba levantado desde el jueves pasado, de cara a la jornada electoral.

Desde el Tercer Malón convocaron a «todo el pueblo argentino a rechazar la dictadura que cercena derechos y toda la violencia institucional que genera el gobierno de Gerardo Morales».

«Hubo represión en las rutas de San Roque, Abra Pampa y otras localidades, por lo que nosotros seguimos con nuestra lucha que ya lleva 12 días en Buenos Aires y ahora mismo estamos en el Congreso de la nación reclamando la intervención al Gobierno de Jujuy», indicó el cacique coya jujeño Néstor Jerez en declaraciones a Télam.

En el Congreso, mientras proliferaban cantos, sikus y whipalas, la presencia de los representantes de los pueblos originarios chocó con personal de seguridad del Congreso y efectivos de la Policía Federal Argentina (PFA).

«Acá estamos señor, nos vamos a quedar el tiempo que sea hasta que Jujuy sea intervenida. Nos quedaremos por tiempo indefinido en la puerta de Congreso, a la espera que nos atienda la presidente de la Cámara y los diputados», destacó Valdiviezo.

Secuestro y difusión

Lo que siguió al operativo policial fue la estrategia comunicacional del gobierno de Morales: el Secretario de Seguridad Diego Rotela, salió a declarar que el operativo policial fue realizado «para garantizar que no se vuelva a cortar la traza de la Ruta 9 ni la intersección con la 52 en Purmamarca, Tilcara, San Roque y Uquia».

Detalló que permanecen más de 400 policías al costado de la ruta en forma de custodia. «Los mismos manifestantes corrían riesgos por algún incidente vial».

Y sostuvo que secuestraron «más de 30 bombas molotov de fabricación caseras, bidones con nafta y gasoil para producir antorchas, lanzas con punta de cuchillo serrucho, y gran cantidad de alimentos: «Esta realizando el inventario y con la Justicia se va a proceder a donarlos a comedores sociales».