Toda la Argentina le cantó a los pibes de Malvinas. El tema reversionado de La Mosca sonó en cada esquina, en cada pueblo, en cada ciudad, en el baño o en la ducha, en el medio de las compras en algún chino del barrio, caminando en soledad por la calle o paseando al perro, en las tribunas de Qatar. Fue una conexión con el conflicto, un reconocimiento para los pibes que fueron a defender la Patria. Hoy, a 40 años de la guerra, una generación que aún no existía dice que jamás los olvidará. Es la melodía del Mundial 2022, la canción que taladra nuestras cabezas, que se nos mete en el cuerpo. Que le escuchamos a Lionel Messi y compañía. Es la letra que se transforma, que ahora se actualiza con la letra que inventan los campeones. 

Mientras un pueblo sigue el trayecto del radar aéreo que muestra el avión que trae a la delegación argentina desde Doha, Lautaro Martínez agita una mano y toca el bombo con la otra. Enzo Fernández lo ayuda, agita el celular y socializa el nuevo hit del repertorio popular. Nico Tagliafico los filma para convertirlo en una historia de Instagram que ya recorre grupos de WhatsApp, que se vuelve a cantar, que no para. El “Muuuchaaaachooo” es un loop que anima nuestras horas más felices, que conecta a cada rincón del país.

“Ahora solo queda festejar”, dice la letra que escribieron los campeones en pleno vuelo. “Y al Diego, le decimos que descanse en paz/con Don Diego y con la Tota/Por toda la eternidad”, agregan. Mañana, en el Obelisco, se las cantará un pueblo. Será el momento del reconocimiento para la Copa que se deseó por 36 años. Será el himno de la alegría, la melodía más pegadiza de un diciembre inolvidable.