Dramática. Infartante. Sin respiro, con seis goles, con suspenso en las definiciones, con un grito que se tuvo que aguantar. Superiores, siempre superiores. Con un primer tiempo de colección, con un gol de antología. Con el Dibu Martínez con mano a mano salvador y con otro penal en la definición. La final de nuestras vidas, el mejor regalo para Lionel Messi. Argentina es campeona del mundo después de 36 años, ganó la tercera ante Francia y es el dueño de un Mundial imposible, inolvidable. Fue un 3 a 3 en los 120 minutos y un 4 a 2 en los penales coronados por Gonzalo Montiel.