Ignacio Miramón tiene 19 años, Alan Lescano tiene 21. Los dos nacieron en Bolívar. Miramón y Lescano, amigos y coterráneos, conviven en un departamento de La Plata. Son dos de los pibes que Gimnasia pone cada partido en la cancha. Miramón es uno de los convocados por Javier Mascherano en la pre lista para el Mundial Sub 20 que se va a jugar en la Argentina. Lescano tuvo su noche de golazos -hizo dos- en el Diego Armando Maradona de La Paternal. 

Los chicos de San Carlos de Bolívar, provincia de Buenos Aires, forman parte de una época de Gimnasia, un club que en ese partido contra Argentinos Juniors jugó con nueve futbolistas salidos de sus divisiones inferiores. Sólo Franco Soldano y Nicolás Colazo, de los que estaban en la cancha, llegaron al equipo desde afuera. Pero también está en el plantel Cristian Tarragona, el goleador del equipo, uno de los mayores del plantel con 32 años. En el 4-2 contra Argentinos también hizo un gol Ivo Mammini, un joven delantero de 20. El otro lo hizo Franco Torres, de 23. Hay más chicos que ellos: los dos Sánchez. Nicolás tiene 18 y Felipe, 19. Muchos de estos juveniles vieron a Diego de cerca, bien presente, cuando era entrenador del Lobo. Mammini debutó a los 16 años con Maradona como técnico. Lescano todavía recuerda cuando Diego le habló y le dijo que tenía buenas condiciones.

Gimnasia tuvo que buscar esta salida cuando a fines del año pasado asumió la nueva dirigencia con Mariano Cowen como presidente. Imposibilitado para incorporar jugadores por la inhibición que pesaba en el club, el camino fue vivir con lo propio. Estaban impagos los refuerzos del primer mercado de pases de 2022 y había una deuda con el plantel. Se fue Néstor Gorosito y subió a la Primera el entrenador de la Reserva, Sebastián “Chirola” Romero. El éxodo incluyó a Rodrigo Rey y Brahian Alemán, que se habían convertido en referentes. Se armó un equipo de transición para priorizar el levantamiento de las inhibiciones.  

La tercera fecha del campeonato puso otro asunto sobre la mesa, la tradición de los “bautismos” en los planteles de fútbol (y otros deportes). Fue cuando Gimnasia jugó contra Banfield, el club al que había pasado Alemán. Una plancha de Miramón al uruguayo (que además se agarró con Felipe Sánchez) expuso algunas cuentas pendientes. Hizo que se hablara del grupo Los Ninjas, formado por algunos de los mayores, que sometía a los recién llegados a Primera a maltratos físicos como forma de recibimiento. Episodios ocurridos en la pretemporada que el plantel realizó en el verano de 2021 salían a la luz recién dos años después con algunos de los que las habían sufrido como jugadores asentados en el equipo. 

Se trata de una práctica violenta naturalizada en distintos ámbitos, entre ellos el del fútbol. Se comenta como una broma pero es maltrato. Golpes, tormentos, todo a la fuerza y sin consentimiento. El plan es hacer sufrir, que el nuevo la pase mal. «Respetamos y acompañamos la actual política institucional que prohíbe cualquier tipo de ‘bautismo’, ‘ritual’ o ‘rito de iniciación’ que implique el uso de la fuerza física y manifestamos nuestro rechazo a toda forma de violencia en el deporte», escribieron en un comunicado donde negaron, además, que hubiera existido algún tipo de abuso sexual, algo que había circulado durante las horas previas. 

Gimnasia está abajo en la tabla de posiciones, lejos incluso del ingreso a las copas. Quedó eliminado de la Copa Argentina con Excursionistas en los penales y perdió los dos partidos que jugó en la Copa Sudamericana. Es cierto que en este torneo, el Lobo le ganó el clásico a Estudiantes después de 13 años. Eso abrió un camino, pero no es una situación sencilla sostener este trabajo aún cuando la marcha lenta estaba advertida; cuando el objetivo era acomodar la economía. En eso ayuda que a cargo de estos pibes esté Chirola Romero. 

El vínculo que el técnico tiene con el club hace juego incluso con algunas fechas. Romero cumplió 45 años el jueves pasado, un 27 de abril, mismo día del aniversario del primer partido oficial en el Bosque. Y debutó un 10 de diciembre, el día del hincha de Gimnasia por la movilización para la escritura de esas tierras. Chirola vivió lo que vivió cualquier tripero. “Siempre salíamos tarde de casa y yo le decía a mi papá: ‘Dale, dale que ya empieza el partido’. Bajábamos en la 122 y se venía la cancha abajo. Pero él iba tranquilo. De grande, me di cuenta de que esperaba que termine el primer tiempo para que abran la puerta y poder entrar a la cancha. La realidad es que le costaba pagar una entrada”, contó esta semana en el programa Triperas TV.

Construir un sentido de pertenencia con los juveniles también forma parte del trabajo. En el equipo está Bautista Barros Schelotto, 23 años, sobrino de los mellizos Guillermo y Gustavo. Y además de Marimón, en la lista inicial de la Sub 20 figuran Felipe Sánchez y Benjamín Domínguez. Pero más allá de Gimnasia y de cómo termine esta historia al final del año, su caso es otra muestra de una tendencia en el fútbol argentino a vivir con lo que hay que en casa