El 11 de febrero, Lanús derrotó 3-0 de local a Platense por la Copa de la Liga 2024. Pero Platense sufrió algo más: a los 15 minutos, Raúl Lozano salió lesionado y en su lugar entró Ciro Rius, quien también salió lesionado a los 31. Lozano se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Y Rius, el de la izquierda. El martes, en el debut en la Copa Sudamericana ante Inter de Brasil (0-0 en Córdoba), Belgrano perdió a Lucas Passerini, su goleador. Cuatro días antes había perdido a Ulises Sánchez en el triunfo 4-1 ante Tigre de visitante. Passerini y Ulises Sánchez, acaso los mejores futbolistas de Belgrano, se rompieron los ligamentos cruzados de la rodilla derecha. En la temporada 2024 -en poco más de dos meses de competencia, en los que algunos equipos jugaron hasta 15 partidos entre Copa Argentina y Libertadores o Sudamericana-, el fútbol argentino ya registra 20 jugadores con roturas ligamentarias, una avalancha que, en palabras del doctor especialista Jorge Batista, se produce a raíz de un “calendario muy apretado, terrenos de juego en mal estado, modas en el uso de tapones semicirculares en lugar de redondos, estrés psíquico (todos se juegan algo, descenso, clasificar a instancias finales) y fatiga física”, porque “el fútbol argentino es sumamente difícil”. Es, sí, “El Producto”.

Aunque el fútbol como loop infinito, con más torneos y más lesionados bajo un calendario atiborrado post pandemia no es patrimonio exclusivo, el aprisionamiento de partidos en el inicio de 2024 por la disputa de la Copa América a mitad de año transformó al argentino en una carnicería. Desde que volvió el fútbol argentino después del coronavirus, en octubre de 2020, 73 futbolistas padecieron roturas de ligamentos en Primera: 6 en 2020, 13 en 2021, 17 en 2022, 17 en 2023 y, en lo que va de 2024, el récord de 20 -y recién transitamos abril-, una cifra que supera a las cinco ligas top de Europa en conjunto (17): Bundesliga (8), LaLiga (3), Ligue 1 (2), Serie A (2) y Premier League (2). “Se seguirán rompiendo cada vez más jugadores. Esto es inevitable. No hay programas de prevencion que se puedan instaurar porque las variables a corregir son muchísimas y tocan intereses económicos en muchos casos”, alertó el doctor Batista. “Si no cuidamos el producto (los jugadores) mejorando todo el entorno (calendario, campos de juego, estadios), esto no va a parar”, posteó en Instagram al día siguiente, el lunes, Juan Sebastián Verón, quien volvió este sábado a asumir como presidente de Estudiantes. Tampoco se respetan los tiempos de descanso recomendados. Y los protagonistas no elevan la voz. Futbolistas Argentinos Agremiados -con su secretario general, Sergio Marchi- fue abducido por Claudio “Chiqui” Tapia, presidente de una AFA que mantiene a 28 equipos en Primera y elevó a 38 al Nacional.

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Cuando ya es tarde, los futbolistas experimentan que la rodilla “se les va”, que les queda fuera de sí, y, acto seguido, sienten un dolor intenso. Las roturas ligamentarias se operan. La recuperación puede demandar de seis meses a un año. Y después, la puesta a punto, cargada con altas dosis de ansiedad, y no exenta de retrocesos, como algunas otras lesiones. Los 20 jugadores de 14 equipos que se lastimaron en el fútbol argentino durante 2024 fueron Tomás “Toto” Pozzo (Godoy Cruz), Matías Giménez (Independiente), Gonzalo “Pity” Martínez (River), Lucas Blondel (Boca), Ulises Sánchez y Lucas Passerini (Belgrano), Gastón Hernández y Manuel Insaurralde (San Lorenzo), Gastón Togni y David Barbona (Defensa y Justicia), Guillermo Enrique e Ivo Mammini (Gimnasia), Federico Paradela (Sarmiento), Juan Bisanz y Alejandro Cabrera (Banfield), Lautaro Montoya (Central Córdoba), David Sotelo (Newell’s), Lucas Ambrogio (Atlético Tucumán) y Raúl Lozano y Ciro Rius (Platense). Las roturas de ligamentos cruzados y otras asociadas a la rodilla con una recuperación de al menos cinco meses también aumentaron en 2023 en el fútbol de élite -entre jugadores puntuados de “élite” por BeSoccer-, con 39 lesionados, número superior a 2021 (29) y 2022 (30). Durante 2023, el Real Madrid perdió a su arquero (Thibaut Courtois) y a su pareja titular de centrales (Éder Militão y David Alaba). Todavía no volvieron a jugar. En Europa ya se habla de lesiones “mercantilistas” por calendarios saturados de partidos y de viajes largos, casi sin pretemporadas y con descansos mínimos. Son, así, los “daños colaterales” del fútbol-negocio.

Los mediocampistas son los que más padecen lesiones ligamentarias por los desplazamientos en la cancha: son los que más metros recorren y más “traccionan” las rodillas. Según G-SE (Grupo Sobre Entrenamiento, el 70% de los futbolistas se lesiona sin contacto con un rival. Franco Zuculini tiene 33 años. Es mediocampista. Se encuentra sin equipo después de haber jugado hasta mitad de 2023 en el Spal de Italia. Hermano mayor de Bruno, actual mediocampista de Racing, club del que surgieron, Franco Zuculini sufrió tres roturas de ligamentos cruzados de la rodilla derecha en su carrera. “Estas lesiones llevan mucha recuperación mental. Hay un 50% que es quirúrgico y un 50% que es de adaptación del cuerpo a la intervención. Pero la preocupación es lo psicológico -relata-. La primera lesión de cruzados no es tan compleja. De hecho cuando volví me sentí más fuerte aún, porque le dediqué mucho tiempo de fuerza en el gimnasio. Ya una segunda rotura de ligamentos es un problema. Y la tercera fue algo muy fuerte, porque puse mi decisión de continuar o no. Ahora lo estoy sufriendo bastante: ya no depende de mí, depende de mi rodilla. El continuar jugando ahora, después de tres roturas de ligamentos cruzados, implica que a los 45 años tenga que usar una prótesis. Me lo dijeron varios médicos a eso, por mi bien. Y es verdad. Será un problema mío que afrontaré en un futuro”.

En noviembre, el colombiano Johan Carbonero volvió a jugar en Racing después de siete meses. Cuando se había roto el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda era una de las figuras de Racing. Puso un círculo negro en el perfil de Instagram y borró todas las fotos. “Todo pasa”, se tatuó en el muslo izquierdo con la fecha en la que se lesionó: 17 de marzo de 2023. Tras su vuelta se lesionó tres veces. Hoy es suplente. Los meses duros de recuperación son ahora más visibles para el gran público. En febrero, Toto Pozzo, mediocampista de Godoy Cruz, posteó tras la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda: “Hoy se me pasan miles de cosas por la cabeza y estoy muy débil. Pienso realmente si esto es para mí. Tengo un gran dolor en el pecho que no me deja respirar. El fútbol es así, es muy cruel, y no tenemos más remedio que intentarlo nuevamente”. En 2023, cuando jugaba en Independiente, Pozzo había sufrido la misma lesión. Como relató Matías Gímenez, delantero de Independiente, luego de la rotura de ligamentos cruzados de la rodilla derecha, un futbolista se siente como “un niño sin su juguete favorito”. “Nunca tuve la desgracia de lesionarme, de nada -dijo Matías Giménez-. Hoy me toca la peor de todas. Sabemos que estamos expuestos a estas cosas como deportistas, pero nadie te prepara para cuando llegan”.

En efecto, los futbolistas -y más los que juegan en el fútbol argentino- parecen cada vez más a la intemperie. “La mitad de la población argentina tiene dengue -ironizó el periodista Pablo Rodríguez Denis- y la otra se rompió los ligamentos cruzados”.