La situación judicial de Thiago Almada, futbolista de la selección argentina que debutó ante Polonia en el Mundial Qatar 2022 y que desde diciembre de 2020 está imputado por presunto abuso sexual agravado por acceso carnal y abuso grupal, quedó en los últimos días en medio de dos tratamientos opuestos. De un lado, se sucedieron placas rojas como “la FIFA lo quiere expulsar del Mundial” o “podrían deportar a Almada de Qatar” o “el escándalo que vive la selección”. Del otro, un silencio mayor al del resto de los futbolistas con causas de género similares, que también incluyó falsedades –adrede o no- como “la causa está cerrada”.

El expediente, en verdad, avanza junto al Mundial, aunque a mucha menos velocidad, y en los últimos días –incluso horas- hubo novedades; ninguna que le impida al actual futbolista de Atlanta United de la MLS seguir en Qatar junto a la selección ni que tampoco lo haya eximido de la acusación. El jueves pasado, la abogada de la denunciante –una joven de inicial M., de 28 años-, Raquel Hermida Leyenda, concurrió a los Tribunales de La Plata para retirar los estudios de ADN.

La denuncia por presunto abuso sexual doblemente agravado contra los entonces dos jugadores de Vélez, Almada y Miguel Brizuela, más un tercer hombre vinculado al fútbol (Juan José Delbene Acuña, director técnico con pasado en algunos clubes del Ascenso), data de una noche de fines de 2020 en la que M. y otra amiga, invitadas por Ricardo Centurión, concurrieron a la casa de un barrio cerrado que alquilaba un tercer futbolista de Vélez (Martín Lucero) para una fiesta en la que también había otros jugadores. M. denunció que, en un estado de semi inconsciencia por un supuesto consumo de drogas inducido, fue presuntamente abusada por al menos dos personas (Almada, Brizuela y otra chica).

El único detenido es Delbene Acuña, quien se habría sumado más tarde al supuesto abuso pero que fue encarcelado en julio pasado tras haber permanecido prófugo durante siete meses. Hermida Leyenda sostiene que la investigación tuvo varias irregularidades; por ejemplo, que se haya dividido en dos: una contra Delbene Acuña y otra contra Brizuela y Almada. La primera fiscal de la investigación, Laura Zyseskind –a cargo de género en los Tribunales de San Isidro-, renunció al caso que posteriormente pasó a manos de su colega Marcelo Fuenzalida, también de la Unidad Funcional de Instrucción Violencia de Género San Isidro.

La defensa de M. considera que la causa de Almada y Brizuela se lentificó a la espera de los informe ADN, que recién fueron notificados este jueves en La Plata. Pero, para sorpresa de Hermida Leyenda, el informe fue redactado de manera confusa, por lo que el mismo jueves por la noche contrató a una médica genetista particular.

En el medio, la abogada informó que, en caso de un resultado positivo, le avisaría a la FIFA sobre la situación procesal del futbolista imputado, aunque advirtiendo, a la vez, que la causa está en investigación y que sobre el futbolista no pesa ninguna condena en primera instancia ni firme. “Los derechos humanos existen y corresponden y él puede estar jugando el Mundial porque no está condenado, pero que no mientan que (la AFA) llevó jugadores sin causas abiertas”, dijo Hermida Leyenda a Tiempo.

Finalmente, este lunes, la defensa de M. pidió impugnar el análisis de ADN notificado por la Justicia el jueves pasado por considerar que ofrecía un resultado no informativo y pidió la realización de un nuevo estudio. Mientras tanto, Almada, que sigue imputado –y que el año pasado ya participó en los Juegos Olímpicos de Tokio-, seguirá en el Mundial de la misma manera que compite en la MLS. Con sólo 21 años, este miércoles debutó a los 37 minutos del segundo tiempo ante Polonia, en reemplazo de Alexis Mc Allister.