En la primera jornada de funcionamiento de las cuentas especiales, las cerealeras liquidaron alrededor de U$S 500 millones, según fuentes del mercado. Se espera que en los próximos días completen los U$S 1000 millones comprometidos al ministro de Economía, Sergio Massa, en las reuniones mantenidas en los días posteriores a su designación.

Gustavo Idígoras, presidente de Ciara-CEC, la cámara patronal que agrupa a las exportadoras de granos y derivados (aceites, harinas), le dijo a Tiempo: “Hoy empezaron a funcionar las cuentas corresponsales en dólares que son para prefinanciación de exportaciones. Fue una buena jornada de inicio, con un buen ingreso. Se va a seguir utilizando”.

El representante de las cerealeras detalló que “nosotros hablábamos de 1000 millones de dólares, y en algún momento pueden superarse”. Y explicó: “Pero va a depender del ritmo de venta de grano por parte de los productores, y eso depende de que las conversaciones entre la Mesa de Enlace y el gobierno lleguen a algún tipo de entendimiento en los próximos días y podamos ver que los productores comienzan a vendernos los granos”.

Es decir, las cerealeras están dispuestas a cubrir el cupo comprometido, de U$S 1000 millones. Pero si el gobierno quiere que ingresen más divisas por este mecanismo, debe lograr la venta de los granos por parte de los productores.

El mecanismo

En este miércoles comenzó funcionar un nuevo esquema puesto en marcha por el Banco Central el pasado 4 de agosto, un día después de la asunción de Massa como el responsable del Palacio de Hacienda. Consiste en generar un “incentivo” financiero para atraer a las cerealeras y convencerlas de que traigan los dólares que les piden a los bancos para prefinanciar exportaciones.

“Nosotros básicamente les pedimos los dólares a los bancos del exterior, los traemos a la Argentina y esos dólares los tenemos previendo que podamos comprar grano a los productores”, detalló Idígoras.

Como la cerealera tiene que pagar un interés por esos dólares, el Banco Central autorizó que se puedan depositar en una cuenta corresponsal a cambio de una nota en dólares (llamada Nodo) que pagará una tasa de interés prefijada (SOFR, que remunera préstamos de 24 horas en Nueva York y que este miércoles rendía un 2,29% anual). Los bancos que abren la cuenta corresponsal en Buenos Aires pujan ante el BCRA para obtener esas letras ofreciendo pagar el menor spread. De esta manera, los dólares ingresan a las reservas, el BCRA se endeuda a 180 días (las Nodo son precancelables), el banco hace una diferencia y la cerealera puede contar con ese dinero más un interés, y al retirarlo puede optar por dólares o pesos.

Las ventas de granos

Según dijo Idígoras, de Ciara-CEC, el compromiso de las cerealeras es colocar hasta U$S 1000 millones en estas cuentas corresponsales. Si el gobierno quisiera más, debería lograr que los productores vendan porotos de soja, lo que obligaría a las cerealeras a pedir más créditos a los bancos internacionales para prefinanciar esas nuevas adquisiciones.

Para lograr ese objetivo, Massa y el titular del Banco Central, Miguel Pesce, evalúan cambios en el dólar-soja. Ese mecanismo resultó ineficaz para lograr su objetivo, por lo que las autoridades están analizando nuevos “incentivos” para que los productores dejen de estar sentados arriba de sus silobolsas.

En ese sentido se mencionaba este miércoles la posibilidad de un cambio menor en el esquema, por el cual el productor que venda porotos pueda usar ese dinero en hasta el 50% en la compra de dólares solidarios (valor minorista más 30% de impuesto PAIS y 35% de anticipo de Ganancias) y la otra mitad en los depósitos a la vista dollar linked. La relación actual es 30% y 70%, respectivamente.